Los ataques a instalaciones nucleares, por el conflicto entre Irán, Israel y EU, desataron respuesta inmediata de mercados petroleros.
 

La tensión por el conflicto entre Estados Unidos e Irán introdujo en la volatilidad al mercado petrolero subiendo y bajando precios en distintas regiones del mundo.

Los ataques a instalaciones nucleares iraníes desataron una respuesta inmediata de los mercados, con un repunte de los precios del crudo que llevó al WTI a alcanzar los 77 dólares por barril y al Brent a superar los 80.30.

Este aumento reflejó el temor generalizado a posibles interrupciones en el suministro de petróleo desde una región clave para el comercio energético mundial.

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“Sin embargo, ese impulso alcista fue efímero y la incertidumbre sobre la magnitud de la respuesta iraní y el papel que podrían jugar otros actores en la región provocaron una rápida corrección en los precios”, proyectó Antonio Di Giacomo, analista de mercados para LATAM en XS.com

El WTI retrocedió hasta los 69 dólares y el Brent cayó a los 72.00, reflejando un mercado que sigue evaluando el impacto real de este nuevo episodio geopolítico.

Escala conflicto entre Estados Unidos e Irán

Donald Trump intervino en el escenario con un mensaje claro: pidió a los países productores y actores del mercado mantener los precios del petróleo bajos. Argumentó que un encarecimiento de la energía beneficiaría principalmente a los adversarios de Estados Unidos, especialmente en un contexto de creciente rivalidad con potencias como China y Rusia, que podrían aprovechar el caos energético para fortalecer sus posiciones.

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Irán, por su parte, respondió militarmente atacando objetivos en Israel y amenaza con bloquear el Estrecho de Ormuz, un paso estratégico por donde circula aproximadamente el 20% del comercio mundial de petróleo.

“Esta posibilidad es uno de los principales focos de preocupación para los mercados, ya que una interrupción en esa ruta elevaría drásticamente los precios globales de la energía”, dijo el especialista.

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