Los 18 mexicanos detenidos en Nicaragua no están solos. Los asiste y los defiende uno de los mejores despachos de Nicaragua. Se trata del despacho jurídico Rojas-Urroz.
Su propietario es Ramón Rojas Méndez, un ex juez con más de 30 años de experiencia en litigios relacionados con crímenes y tráfico de drogas. A principios de la década de 1980 fue juez del Cuarto Distrito del Crimen de Managua.
Originario de la comunidad Las Maderas, en Tipitapa, dirige el despacho jurídico que asumió desde agosto la defensa de los 18 mexicanos acusados de crimen organizado, narcotráfico y lavado de dinero.
De acuerdo con algunas versiones, la madre de Raquel Alatorre, líder del grupo de connacionales detenidos, los contrató vía una tercera persona.
“El bufete fue contactado por un abogado externo de Nicaragua, quien nos contrató para esta defensa. El nombre de quien nos contrató no te lo puedo decir”, dijo Ramón Rojas Urroz, hijo de Moncho Rojas o Súper Moncho, como se le conoce a Ramón Rojas Méndez, considerado en ese país como uno de los penalistas de mayor prestigio.
De acuerdo con registros públicos, Rojas-Urroz ha asumido defensas difíciles. Una de ellas, en 2007, la de una célula de 11 integrantes del Cártel de Joaquín El Chapo Guzmán, integrada en su mayoría por mexicanos.
En 1998 defendió al ahora presidente Daniel Ortega en el caso de la denuncia interpuesta por su hijastra, Zoilamérica Narváez por violación. Logró cerrar el juicio.
En 2007 logró liberar al estadounidense Erick Stanley Volz, acusado de la muerte de Doris Ivania Jiménez Alvarado, ocurrida en San Juan del Sur, Rivas, en noviembre de 2006.
En 2011, Rojas Méndez también sacó de la prisión a Farinton Reyes Larios, hallado en primera instancia culpable del delito de violación en perjuicio de Fátima Hernández, una compañera de trabajo.
El abogado Ramón Rojas también es el defensor de tres de los acusados en el caso Fariñas-Osuna, juicio contra 24 personas por los mismos delitos de los 18 mexicanos detenidos: lavado de dinero, narcotráfico y delincuencia organizada.
Asumir estos casos han provocado el repudio público, pues lo consideran un defensor de secuestradores, narcotraficantes y asesinos.
La abogada de narcos
Hace cinco años, Johanna Fonseca González se desempeñaba como juez suplente de Distrito Penal de Audiencia de Tipitapa. Fue destituida tras descubrirse que también era la abogada de 11 narcos ligados al Cártel de Sinaloa, que eran enjuiciados por su mismo tribunal.
Hoy defiende a seis de los 18 mexicanos detenidos por lavado de dinero, narcotráfico y delincuencia organizada. Forma parte de los abogados de la firma Rojas-Urroz.
El 17 de abril de 2007, Fonseca González expresó que su destitución no le molestaba, porque es una facultad de los magistrados de la Corte, aunque en ese entonces denunció que no le dieron oportunidad de defenderse.
Respecto al caso de los narcotraficantes, aseguró que ese expediente no lo conocería nunca porque a los jueces suplentes “casi no les encomiendan estos casos”.
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