Al parecer planificaron su propia ‘lucha contra el hambre’. Tras retener siete camiones de productos alimenticios y mantenerlos en el centro de esta ciudad, los estudiantes regalaron a la gente los productos.
Refrescos, pan, galletas, agua y diversos productos lácteos fueron saqueados de los camiones ante los ojos de los vendedores, que solo señalaron que la mercancía está asegurada. En promedio, cada camión traía una carga de aproximadamente 17 mil pesos.
La gente corría y llenaba sus bolsas de todo tipo de comida. Otros metían los productos entre la ropa. Otros sólo usaron las manos.
La jornada comenzó temprano. Cuando el reloj marcó las 10:30 horas los estudiantes normalistas arribaron al primer cuadro de la ciudad de Morelia y la bloquearon con sus propios cuerpos.
Minutos después llegaron los dos primeros camiones comerciales retenidos por los estudiantes en diversos puntos de la ciudad. En una hora llegaron las demás unidades, que sumaron siete en total, con todo y sus conductores.
“Los muchachos se subieron a nuestros camiones. Nos dijeron que no nos iba a pasar nada, que sólo iban a tomar la unidad y nos trajeron para acá. Ya reportamos esto a nuestras empresas y nos dijeron que no opongamos resistencia y que hagamos lo que ellos digan. Eran como unos 40 los estudiantes quienes nos pararon y nos trajeron para acá. A nosotros nos detuvieron salida a Charo”, dice Eduardo Reyes Fuentes, uno de los vendedores de productos lácteos.
Los estudiantes tienen una sola consigna: la entrega de las mil 200 plazas que exigen al gobierno del estado para los egresados de este ciclo escolar.
Al rato el gobierno del estado les pide retirar las unidades y despejar el Centro Histórico para platicar. Los normalistas exigen entablar diálogo con el secretario de Educación, Jesús Sierra Arias, y el gobernador interino, Jesús Reyna. Pero el primero se encuentra en la ciudad de México.
“Que se redacte el documento donde se comprometan a entregarnos las plazas. Sólo así nos sentamos a dialogar. Si no es así, no hay arreglo y nosotros seguiremos con nuestras acciones todos los días”, dijo Camilo Ferreira, estudiante de la Escuela Normal de Michoacán.
La gente de gobierno intentó hacerles entender que ese documento no se puede expedir porque así lo mandata la Constitución.
Ante la falta de acuerdos los estudiantes abrieron los camiones y sacaron la mercancía. La colocaron en el suelo y la regalaron a quienes transitaban por el lugar.
“No sabemos si está bien o no, pero si están regalando la mercancía pues nosotros la tomamos. La necesitamos, y si no nos cobran, pues nos la llevamos”, dice Sonia Chávez, ama de casa. En sus manos carga leche, crema, refresco y pan.
Los estudiantes dicen que no están procediendo mal, que sólo regresan al pueblo lo que pagan con sus impuestos.
“No tenemos miedo. Más bien que se cuiden los empresarios, porque vamos a seguir tomando camiones y vamos a regalar la mercancía”.
La avenida Madero se convierte en un tianguis. La gente corre y toma su mercancía. Después salen corriendo.
A las dos de la tarde, y ante los nulos acuerdos, los estudiantes optan por retirarse. Ahora marchan hacia la Escuela Normal Urbana Federal (ENUF).
Algunos choferes suben en los camiones ya liberados y se retiran. Los alumnos se llevan otros tres. En la ENUF terminan de saquearlo y los liberan.
“Ya nos vamos. No pudimos lograr acuerdos, pero queremos decirles que mañana, pasado y todos los días vamos a seguir trayendo camiones para regalar la mercancía. A ver quién se cansa primero, si gobierno o nosotros. Seguiremos con nuestra jornada de lucha hasta que logremos las plazas”, dice Camilo Ferreira.
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