BUYUMBURA. Los enfrentamientos entre militares leales al presidente de Burundi,  Pierre Nkurunziza y el bando que intentó derrocarlo del poder ayer mientras estaba de viaje en Tanzania, se incrementaron en la capital Buyumbura, donde se escucharon grandes explosiones, según pudo constatar la agencia Efe.

 

Hasta ayer en la noche la capital de Burundi estaba en calma pero se desconocía quién está a cargo del país luego de un día tumultuoso en el que miles de personas celebraron el intento de golpe de estado, luego de dos semanas de violentas protestas contra las aspiraciones del presidente de aspirar a un tercer mandato.

 

«Pido a todos los burundeses que mantengan la calma en esta clara impostura. La situación está bajo control y el orden constitucional será salvaguardado», aseveró Nkurunziza a través de su perfil oficial en Twitter.

 

El ejército se encuentra dividido entre los que son leales a Nkurinziza y los que respaldan el golpe de estado, dijo un alto oficial militar que insistió en el anonimato ya que no cuenta con autorización para hablar con la prensa. Ambas partes del ejército negociaban en la noche los pasos a seguir.

 

Militares golpistas y partidarios de Nkurunziza han luchado por el control de la radiotelevisión nacional de Burundi (RTNB), cerca de cuya sede se lanzaron granadas, informaron medios locales.

 

Todavía desde Tanzania, Nkurunziza llamó por teléfono a la emisora para insistir en que el intento golpista había fracasado y volver a pedir a los burundeses que mantuvieran la calma.