CUBA. El ex mandatario de Cuba Fidel Castro recordó a Nelson Mandela como «un apóstol de la paz» en un artículo publicado hoy donde felicita a su hermano Raúl por su «firmeza y dignidad» en el saludo que dirigió al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en los funerales del fallecido líder sudafricano.
En el texto, el ex gobernante cubano reveló hoy la frase que su hermano y sucesor Raúl Castro pronunció durante el apretón de manos con Obama. «Felicito al compañero Raúl por su brillante desempeño y, en especial, por la firmeza y dignidad cuando con gesto amable pero firme saludó al jefe del gobierno de Estados Unidos y le dijo en inglés: «Señor presidente, yo soy Castro«, escribió el líder histórico cubano en una de sus «Reflexiones«.
El breve saludo entre Obama y Castro, a cuyo lado de encontraba la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, generó diversas especulaciones entre quienes siguen el conflicto de más de medio siglo entre Estados Unidos y Cuba.
Castro, de 87 años, defendió a la vez la decisión de nombrar a Raúl como sucesor el 31 de julio de 2006 tras caer gravemente enfermo.
«Cuando mi propia salud puso límite a mi capacidad física, no vacilé un minuto en expresar mi criterio sobre quien a mi juicio podía asumir la responsabilidad», afirmó.
En su nota, formuló elogios a Mandela, fallecido el pasado 5 de diciembre, y relató hechos de la participación de Cuba en las guerras africanas, así como insistió en los peligros de las armas nucleares.
El ex mandatario emplazó a quienes llamó «voceros del imperio» a que expliquen «sobre cómo y por qué surgió» el apartheid (política de segregación racial).
Y preguntó: «¿por qué se pretende ocultar que el régimen del Apartheid, que tanto hizo sufrir al África e indignó a la inmensa mayoría de las naciones del mundo, era fruto de la Europa colonial y fue convertido en potencia nuclear por Estados Unidos e Israel?».
Concluyó aseverando que «el imperialismo (Estados Unidos) siempre reservará varias cartas para doblegar a nuestra isla aunque tenga que despoblarla, privándola de hombres y mujeres jóvenes, ofreciéndole migajas de los bienes y recursos naturales que saquea al mundo».