El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar hoy el primer Gran Premio de Rusia, en la pista del anillo olímpico de Sochi, sede hace ocho meses de la última edición de los Juegos de invierno.
Hamilton logró, sin problemas, su noveno triunfo de la temporada, y le ‘colocó’ otros siete puntos más a su compañero y principal rival, el alemán Nico Rosberg, con el que firmó el noveno ‘doblete’ del año para Mercedes, que confirmó su gran dominio durante esta temporada al asegurarse matemáticamente el Mundial de constructores.
Lewis, de 29 años y campeón del mundo en 2008, lidera ahora el Mundial con 291 puntos, diecisiete más que su antagonista germano, después de haber igualado en Sochi las 31 victorias con las que su compatriota Nigel Mansell -campeón mundial en 1992- ocupa el sexto puesto en la clasificación histórica.
A una de las que suma Alonso, que finalizó sexto en otra triste jornada para Ferrari -equipo que abandonará presumiblemente al final de la temporada-, el mismo día que el finlandés Valtteri Bottas (Williams) se confirmó como revelación, firmando su quinto podio.
Bottas consiguió la vuelta rápida en el último de los 53 giros de una carrera sin mayor historia, evitando el ‘hat trick’ de Hamilton, que el sábado había conseguido la séptima ‘pole’ del año -trigésima octava de su carrera en F1-, en una jornada en la que volvió a estar muy presente el francés Jules Bianchi (Marussia), que se debate entre la vida y la muerte en Yokkaichi, tras sufrir un grave accidente el pasado domingo en Suzuka, asimismo en Japón.
Todos los pilotos se unieron antes de la carrera en la parrilla de salida y acabaron formando, abrazados, un círculo, en señal de apoyo al francés, que sufre graves lesiones cerebrales después de haberse estrellado contra la grúa que sacaba de pista el Sauber del alemán Adrian Sutil, accidentado en esa zona una vuelta antes.
Sobre una pista con mucho agarre y poca degradación de neumático, la carrera se resolvió, como era esperado, a una sola parada, en la mayoría de los casos. Los favoritos afrontaron con compuestos blandos la salida, en la que Rosberg atacó a Hamilton, al que superó para devolverle la posición tras saltarse la ‘chicane’ a las primeras de cambio, antes de entrar a ‘box’ tras la primera vuelta.
Rosberg cambió a compuesto medio y remontó hasta el segundo puesto final, manteniendo aún intactas sus posibilidades de ganar un Mundial que se inclina a favor de Hamilton, pero al que aún le quedan tres carreras y la última, en Abu Dhabi, puntúa doble.
En unos primeros instantes de nervios y tras la entrada a garaje del alemán, Alonso, que había salido séptimo, avanzó tres puestos y rodaba cuarto, por detrás de Bottas y del inglés Jenson Button (McLaren), bajo el pebetero que albergó la llama olímpica en febrero y los principales emblemas de los pasados Juegos.
Entre ellos, el palacio Bolshoy -en el que Canadá revalidó el título de hockey-, el Iceberg -sede del patinaje artístico- o el Adler Arena, donde Holanda arrasó en patinaje de velocidad.
Bottas llegó inquietar algo, durante los primeros giros, a Hamilton, que pronto comenzó a notarse seguro y empezó a marcar vueltas rápidas en la pista diseñada por el alemán Hermann Tilke.
En la que el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) -tercero en el Mundial, con 199 puntos, y séptimo hoy en Rusia- sorprendió, al ser el primero de los punteros en parar, en la vuelta 12.
Button, cuarto al final, lo hizo en la 23, tres antes de que lo hiciera Alonso, en la vigésimo sexta. La misma en la que entraron a garaje Bottas y el mexicano Sergio Pérez (Force India), que repitió en Sochi el décimo puesto de Suzuka. Y una antes de que lo hiciera Hamilton, para cambiar a medios y pilotar silbando hasta meta, encadenando -por segunda vez este curso- un cuarto triunfo, después de los logrados en Italia. Singapur y Japón.
Alonso, en otro error de Ferrari, perdió tiempo -y un puesto, a favor del danés Kevin Magnussen (McLaren)- en su parada, al mismo tiempo que Rosberg ya se acercaba a la cabeza de carrera.
Poco después de que se traspasara el ecuador de la carrera, en la 30, cuando paró el alemán Sebastian Vettel -octavo, que a final de año dejará Red Bull, equipo en el que le sustituirá el joven ruso Daniil Kvyat (Toro Rosso), decimocuarto ante su afición- y tras rebasar a Bottas, Rosberg ya era segundo.
Poniendo de manifiesto una vez más el abrumador dominio esta temporada de Mercedes, que acabó festejando la consecución matemática del título de constructores, en el que lidera con 565 puntos, 223 más que el equipo del toro rojo.
Alonso circulaba sexto en esos instantes, por detrás de Bottas -tercero- y de los McLaren de Button y de Magnussen, que, tras perder cinco puestos en parrilla -por sustituir la caja de cambios-, acabó remontando desde la undécima hasta la quinta plaza final.
No se alteró nada hasta el final y Hamilton recibió, de manos del presidente ruso, Vladimir Putin, el trofeo de ganador, dando un paso hacia su segundo título, en un mundial que se resolverá en noviembre.
El certamen se reanudará el primer fin de semana de ese mes en Austin, que acogerá por tercera vez el Gran Premio de Estados Unidos. Una semana después, el día nueve, se disputará el de Brasil, en Interlagos (Sao Paulo); y el 23 se pondrá punto y final en la decimonovena carrera del año, que se disputará en Abu Dhabi y puntuará doble. La emoción está servida.
GH
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