La historia de Cristino y Sara ha cimbrado a España. Un caso de incesto que se defiende por sus protagonistas como un acto de amor y juntos luchan ante las autoridades para criar a la niña que procrearon; que es hija-nieta del hombre de 37 años y media hermana-hija de la joven de 19 años de edad.

 

Cristino fue padre a los 18 años y es producto de una familia disfuncional, según explica El Español. Sara es la mayor de los primeros cinco hijos que tuvo en su primera relación.

 

Desde hace tres años, dijo el hombre acusado de incesto, se enamoró de su hija y ella le correspondió.

 

La relación dio como fruto una niña, a la que Cristino no puede ver y Sara sólo la tiene en sus brazos una hora a la semana.

 

Según amistades de ambos, al separarse Cristino de la madre de Sara, la chica se fue a vivir con él y ahí surgió la relación incestuosa.

 

Sara tenía 17 años cuando quedó embarazada de su padre y juntos le informaron a su ex pareja y madre.

 

De todo esto Cristino justifica: Mi mayor delito ha sido enamorarme de mi hija.

 

El caso registrado en Mallorca ha tenido amplia difusión, ya que el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales le quitó la custodia de la niña a Sara, por lo que ella emprendió un juicio legal para reclamarla.

 

Los otros cuatro hijos de Cristino viven en centros de menores, separados (dos hombres y dos mujeres); ellos tienen 17,16, 15 y 8.

 

Según versiones, ellos saben de la relación incestuosa y estaban dispuestos a vivir con ambos.

 

Un estudio psicólogo difundido por El Español concluyó que “Sara está capacitada para ser madre pero que su relación con Cristino, su padre, es tóxica”.

 

«Sí, he cometido incesto pero no es una ilegalidad. Una relación es cosa de dos»; afirma el polémico hombre.

 

Este caso se ha seguido en España como una telenovela, especialmente este diciembre cuando se expuso de nuevo en tribunales.

 

Con información de El Español.

 

dca