El inglés Lewis Hamilton (Mercedes), triple campeón mundial de Fórmula Uno, confirmó su candidatura a una cuarta corona al ganar este domingo en Montreal el Gran Premio de Canadá, donde dedicó la victoria a Muhammad Ali, el mejor boxeador de todos los tiempos, fallecido el pasado fin de semana.
Hamilton, de 31 años, que el año pasado logró su tercer título al añadir el que revalidó con Mercedes al que había logrado en 2008 a bordo de un McLaren, logró su segundo triunfo del año en el circuito Gilles Villeneuve, donde en 2007, el año de su debut, había obtenido la primera de sus ya cuarenta y cinco victorias en la categoría reina del automovilismo.
El excéntrico y espectacular campeón inglés, que firmó su quinta victoria en Montreal, la pista en la que más veces ha ganado, había arrancado primero -tras haber logrado el sábado la quincuagésima tercera ‘pole’ de su carrera en F1- en una prueba en la que el español Carlos Sainz protagonizó una remontada enorme.
El talentoso piloto madrileño, decimosexto en la calificación del sábado, en la que había ‘besado’ el famoso «muro de los campeones», acabó noveno una carrera «al ataque» que afrontó desde el vigésimo puesto, sancionado con la pérdida de cinco plazas en parrilla, por sustituir la caja de cambios de su Toro Rosso.
Y en la que el otro español, Fernando Alonso (McLaren), que había arrancado décimo, se quedó por un sólo puesto, después de una mala entrada en garajes, fuera de los puntos. El doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006, con Renault) concluyó undécimo, justo detrás del mexicano Sergio Pérez (Force India).
Lewis, que salió al lado del alemán Nico Rosberg -por trigésima primera vez juntos en primera fila-, se vio sorprendido, al igual que su compañero y rival de Mercedes, por otro germano, Sebastian Vettel (Ferrari), que protagonizó una espectacular salida, rebasando de un plumazo a ambas ‘flechas plateadas’.
Hamilton mantuvo el tipo, pero Rosberg bajó hasta el noveno puesto, al tiempo que Vettel -que encadenó cuatro ‘dobletes’ en su periplo triunfal en Red Bull (2010-13)- pasó del tercero de parrilla a comandar la prueba. A partir de ese momento, la carrera se decidió no sólo por el talento, sino por la estrategia.
Lewis se la jugó a una sola parada, cambió de neumáticos ultrablandos a blandos y aguantó el tirón hasta el final, sin que pudiera alcanzarlo Vettel, con dos entradas en garaje, insertando asimismo el compuesto superblando entre el compuesto más suave, con el que arrancó, y el más duro, con el que entró en meta.
‘Seb’ acabó por delante del finlandés Valtteri Bottas, que logró el primer podio del año para Williams; y del joven holandés Max Verstappen (Red Bull), que dos carreras antes, en el Gran Premio de España, se había convertido en el ganador más joven de la historia, con 18 años.
El hijo de Jos defendió, como gato panza arriba, en el tramo final de la carrera, su cuarta plaza. Que peligró en la última entrada en recta de meta, donde Rosberg, que había remontado, se lanzó sobre él en un intento a la desesperada y acabó dando las gracias porque el trompo que dio no implicó pérdida de puesto.
Rosberg, el peor parado en un nuevo ‘toque’ en la salida entre ambos Mercedes, mantuvo el liderato. Pero Hamilton demostró que las cuatro victorias seguidas del alemán a principios de curso no le inquietaron para nada. Y ya se encuentra a nueve puntos de los 116 con los que comanda el Mundial el hijo de Keke, campeón para Finlandia en 1982, con un Williams.
«No suelo dedicar mis victorias, pero ésta se la dedicó a Muhammad Ali, una persona que me ha inspirado mucho» fueron las primeras palabras que pronunció, en rueda de prensa, Hamilton, asimismo rompedor de moldes raciales, al convertirse en el ámbito de de la Fórmula Uno en una figura similar a la que en su día supuso Tiger Woods para el mundo del golf.
Con anterioridad, nada más bajarse de su dominante monoplaza, ya había emulado, en dos ocasiones, el baile de pies que hacía el ‘loco de Louisville’ -triple campeón mundial de los pesos pesados, después de haber ganado el oro olímpico en los Juegos de Roma 1960- sobre los cuadriláteros. Y anunció un ataque al liderato en la próxima carrera, el próximo fin de semana, en el debut en el calendario de Baku, capital de Azerbaiyán y sede del Gran Premio de Europa.
El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) concluyó sexto en Montreal, por delante del australiano Daniel Ricciardo, que cedió el tercer puesto en el Mundial a Vettel, que, con 78 puntos, ahora le saca seis a su excompañero. Que formará pareja de nuevo con Verstappen en Red Bull en 2017 «y algún año más», según confirmó, en una entrevista con la página oficial de la F1, Christian Horner, jefe de equipo de la escudería austriaca.