LONDRES. Fobos, una de las dos lunas de Marte, podría desaparecer dentro de 20 ó 40 millones de años, pero dejaría al planeta rojo un «regalo» en forma de anillo, según revela un estudio que publica hoy la revista británica Nature.

 

La investigación, desarrollada por expertos de la Universidad de Berkeley (California) y del City College de Nueva York, prevé que la destrucción de Fobos cree un anillo alrededor de Marte, el cual sobrevivirá durante millones de años.

 

En algún periodo de esa existencia, apuntan los investigadores, ese disco podría llegar a tener una masa con una densidad similar a la de los anillos de Saturno.

 

Los autores del estudio, Benjamin A. Black y Tushar Mittal -de Berkeley y City College, respectivamente-, recuerdan que Fobos, la luna más grande de Marte, se dirige gradualmente hacia el planeta rojo girando como una espiral, a diferencia, por ejemplo, de la Luna, que se aleja poco a poco de la Tierra.

 

Finalmente, Fobos podría romperse debido a la presión a la que se vería sometido por la atracción de la fuerza gravitatoria de Marte o, bien, se estrellaría contra su superficie, los dos destinos previstos para un satélite que migra hacia su planeta.

 

En sus investigaciones, Black y Mittal usaron datos de observación y un modelo geotécnico para calcular la resistencia de Fobos y constataron que gran parte de esta luna está compuesta por materiales débiles.

 

Cuando la presión provocada por la fuerza de atracción de Marte alcance su punto más alto, lo que podría ocurrir dentro de 20 ó 40 millones de años, esos materiales frágiles se separarán del satélite.

 

Los expertos prevén que esas partículas se dispersarán para formar un anillo alrededor de Marte, el cual, según estiman, podría durar hasta 100 millones de años.

 

Las partes de Fobos que resistan este proceso de desintegración formarán piezas de gran tamaño que, al final, se estrellarán contra la superficie de Marte y crearán cráteres.

 

Aunque de momento solo los «gigantes gaseosos» de nuestro sistema solar tienen anillos, destacan los autores, este estudio sugiere que Marte podría tener uno en el futuro, lo que ofrece también una visión sobre el comportamiento de las «lunas migratorias» que se «autodestruyeron» en el pasado.