BUENOS AIRES. El presidente argentino, Mauricio Macri, felicitó hoy por teléfono al papa Francisco por su 79 cumpleaños, una conversación que fue la primera entre ambos desde la asunción presidencial, el pasado día 10.

 

«El presidente Mauricio Macri llamó hoy desde la Casa Rosada al Papa Francisco para felicitarlo en el día de su 79 cumpleaños», informó en un escueto comunicado la Presidencia argentina, sin dar detalles sobre el contenido de la conversación.

 

«Fue amena y en buenos términos», se limitaron a señalar fuentes de la Casa Rosada a medios locales.

 

Precisamente hoy Macri recibió a miembros de la de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que le felicitaron por su investidura y saludaron su compromiso de impulsar la lucha contra el narcotráfico, uno de los temas que ha venido denunciando la iglesia católica argentina en las últimas semanas.

 

También hoy se refirió a las relaciones entre Argentina y el Vaticano la canciller Susana Malcorra, quien, antes de hacerse pública la llamada de Macri al papa, afirmó que no se había producido ninguna conversación entre ambos tras la asunción del presidente argentino.

 

«No hay ninguna situación especial», dijo la ministra, durante un encuentro con corresponsales extranjeros, sobre las relaciones entre Macri y el pontífice, en medio de los rumores que se habían multiplicado en los últimos días sobre los motivos del silencio de Francisco tras la asunción presidencial.

 

El miércoles Macri designó al abogado y diplomático Rogelio Pfirter como nuevo embajador en el Vaticano, en sustitución del peronista Eduardo Valdés.

 

Pfirter fue embajador ante el Reino Unido entre 1995 y 2000 y ha ejercido diversos cargos en organismos internacionales, como la dirección de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), en La Haya (Países Bajos).

 

Fuentes próximas a la iglesia argentina apuntaron a Efe que desde el Vaticano se «aprecian» las últimas señales de Macri, como el nombramiento de un embajador de carrera ante la Santa Sede, y comentaron que las puertas estarían abiertas a una posible visita del presidente argentino.

 

El papa, ex arzobispo de Buenos Aires, mantuvo una buena relación con los dirigentes de Propuesta Republicana (Pro), el partido liderado por Macri, que fue alcalde de la capital entre 2007 y 2015, y, pese a que el pontífice se reconoce peronista, tuvo importantes diferencias con el kirchnerismo, en especial por la aprobación de la ley de matrimonio igualitario.

 

Esta ley, impulsada por el Gobierno de Cristina Fernández, provocó un distanciamiento de Jorge Mario Bergoglio con Macri por la decisión del entonces alcalde de no presentar un recurso contra la iniciativa.

 

Tras su entronización, el papa restauró el vínculo con Fernández, quien lo visitó en varias ocasiones en el Vaticano.

 

En vísperas de las elecciones presidenciales que le dieron la victoria a Macri, el pasado 22 de noviembre, el papa, que había mantenido un escrupuloso silencio sobre el proceso electoral argentino, comentó, a preguntas de la prensa: «ustedes saben como pienso, voten en conciencia».

 

En la recta final de la campaña, el asesor de cabecera de Macri, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, señaló a la prensa que el pontífice «no mueve más de diez votos» en una elección.

 

Unas polémicas declaraciones que obligaron a Macri a aclarar que su asesor hablaba a «título personal».