La exgobernadora de Alaska, Sarah Palin, se posicionó hoy como futura secretaria de Energía en caso de que el magnate Donald Trump se hiciese con la nominación republicana a la Casa Blanca causó controversia al decir que los inmigrantes deberían «hablar estadunidense».

 

En entrevista en el programa de CNN State of the Union, rápidamente se corrigió para decir que los inmigrantes deberían de hablar inglés, refiriéndose a que Jeb Bush hable con fluidez el español. 

 

Defendió al magnate inmobiliario, al que el periodista radiofónico Hugh Hewitt puso en aprietos esta semana con complejas preguntas sobre política internacional y defensa.

 

«Creo que me gustaría más tener un presidente que es duro y pone a EU primero, antes de otro que pudiera ganar al ‘Trivial Pursuit'», consideró Palin, que tuvo sus propios y populares tropiezos en política exterior cuando competía por la Vicepresidencia en 2008.

 

Palin, candidata a la vicepresidencia como compañera del senador John McCain en 2008, destacó que ocuparía este cargo durante un corto periodo de tiempo, porque de conseguir el cargo eliminaría por completo el Departamento de Energía para otorgar a los estados un mayor control sobre los recursos naturales.

 

«Pienso mucho en el Departamento de Energía, ya que la energía es como mi bebé. El petróleo, el gas y los minerales, las cosas que Dios ha vertido en esta parte de la tierra para nuestro uso, en vez de que tengamos que depender de naciones extranjeras hostiles de las que importamos recursos», destacó Palin.

 

«Si encabezara el Departamento de Energía, me desharía de él. Dejaría que los estados tuvieran más control sobre las tierras que están dentro de sus fronteras y las personas que se ven afectadas por el desarrollo dentro de sus estados», añadió Palin, estrella del Tea Party que ya ha expresado en varias ocasiones su apoyo a Trump.

 

Entonces, en una entrevista en la cadena CBS, concedida a la presentadora Katie Couric, Palin justificó su experiencia en política exterior por la proximidad de Alaska a Rusia y no supo nombrar ningún diario que leyera con regularidad, entre otros deslices que fueron señalados como el principio del fin de la dupla que formaba con el senador McCain.