A 10 años del accidente que causó la muerte de 65 mineros en Pasta de Conchos, Coahuila, integrantes del Sindicato Minero marchan en la Ciudad de México para exigir el rescate de los 63 cuerpos de sus compañeros sepultados en la mina, una justa indemnización para los familiares y el retorno de su líder Napoleón Gómez Urrutia.
El contingente, encabezado por trabajadores que cargan 65 ataúdes en representación de los mineros caídos, salió de las oficinas del sindicato ubicado en Doctor Vertíz para dirigirse hacia la Secretaría de Gobernación (Segob).
ZC Luego del paso de #Manifestantes se restablece la circulación en ambos sentidos de Dr. Vértiz a la altura de Dr. Liceaga.
— SSPDFVIAL (@OVIALCDMX) febrero 19, 2016
Después, los manifestantes acudirán a la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS) y terminarán en las oficinas de Grupo México, este último porque no ha pagado los adeudos que prometió para las familias de las víctimas.
Corte de circulación en Av. #Chapultepec a la altura de Cuauhtémoc por paso de #Manifestantes. Altn. Eje 2 y 3 Sur. pic.twitter.com/55qJ23CUug
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Ayer, el dirigente del gremio, Carlos Pavón Campos, precisó en un comunicado que "humanamente es derecho de los familiares seguir exigiendo el rescate de los cuerpos", por lo que se pronunció por un rescate "sin que se ponga en peligro a los rescatistas".
Sostuvo que el accidente en Pasta de Conchos significa un parteaguas en la historia de la minería en México, razón por la que su sindicato ha tomado la seguridad como una de sus prioridades.
"La mejor forma de evitar accidentes de ese tipo es trabajando en materia de seguridad. Nosotros lo venimos haciendo. Ya son cinco simposiums de seguridad los que hemos realizado, para no sólo concientizar a los compañeros en esta materia, sino darles las herramientas para evitar accidentes de cualquier tipo", subrayó.
Detalló que por ejemplo en las minas y plantas de Industrias Peñoles y Fresnillo PLC con las que el Sindicato Frente tiene relación laboral, los accidentes fatales han disminuido en 90%.
En la madrugada del 19 de febrero de 2006, una acumulación de gas grisú cobró la vida de 65 mineros que estaban por concluir su turno laboral; sólo dos cuerpos fueron encontrados a escasos metros de la entrada al tiro principal de esa mina, mientras 63 cuerpos están en las profundidades. (Con información de Notimex)
