WEST POINT, Nueva York. Un día después de anunciar su plan para la retirada gradual de las tropas estadunidenses en Afganistán, el Barack Obama dijo que también ha puesto fin a la guerra de Irak y defendió la posición en la que EU ha quedado después de esos conflictos.

 

"Nuestros militares no tienen comparación. Las posibilidades de una amenaza directa contra nosotros por parte de cualquier país son bajas, y no pueden compararse a los peligros que enfrentamos durante la Guerra Fría", dijo Obama en un discurso en la Academia Militar de West Point (Nueva York).

 

Según el presidente, aquellos que "sugieren que Estados Unidos está en declive, o que ha perdido su liderazgo global, están malinterpretando la historia o implicados en políticas partidistas".

 

"Estados Unidos debe liderar en el escenario mundial. Si no lo hacemos, nadie lo hará", sentenció Obama, y argumentó que "cuando un tifón golpea Filipinas, o secuestran a niñas en Nigeria, u hombres enmascarados ocupan un edificio en Ucrania, es a EU a quien el mundo mira para pedir ayuda".

 

El discurso de Obama es parte de un esfuerzo que intenta hacer la Casa Blanca para responder a sus críticos y su argumento de que el presidente aborda los problemas globales con excesiva cautela, lo cual ha envalentonado a los enemigos. Es una crítica que enfurece al presidente y sus asesores, quienes sostienen que los esfuerzos para no inmiscuir al país en nuevos conflictos militares son acordes con la posición de la opinión pública.

 

Aunque el país está saliendo de dos guerras derivadas de los ataques del 11 de septiembre de 2001, Obama dijo que el terrorismo sigue siendo la mayor amenaza a su seguridad. Pero sostuvo que así como la amenaza se ha desplazado de una organización centralizada como al-Qaida a un conjunto de filiales, la respuesta de Estados Unidos también debe variar.

 

En lugar de lanzar operaciones militares en gran escala, dijo Obama, conviene asociarse con países donde las redes terroristas tratan de poner un pie. Por ello se ha creado un fondo de 5 mil millones de dólares para ayudar a los países a combatir el terrorismo y ampliar la financiación de actividades de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y operaciones especiales, entre otras.

 

El mandatario presentó la cruenta guerra civil en Siria como un problema de contraterrorismo más que una crisis humanitaria. Ratificó su decisión de mantener a las fuerzas armadas fuera del conflicto, pero dijo que tratará de incrementar el apoyo a la oposición siria, así como a los vecinos Jordania, Líbano, Turquía e Irak, que enfrentan un ingreso masivo de refugiados y temen la expansión del terrorismo.

 

"Al ayudar a todos los que luchan por el derecho de los sirios a escoger su propio futuro, también rechazamos al número creciente de extremistas que buscan refugio en el caos", dijo Obama.

 

La Casa Blanca está estudiando un proyecto para entrenar y pertrechar a efectivos del Ejército Libre Sirio en contraterrorismo y otras tácticas.

 

Una de las constantes críticas a su política exterior, es el uso indiscriminado y cubierto de drones. Al respecto, Barack Obama, dijo que su Gobierno seguirá usandolod "cuando sea necesario" para protegerse, pero debe ser más transparente respecto a cuándo y cómo recurre a estos aviones no tripulados.

 

"Cuando tengamos datos de inteligencia fiables, actuaremos directamente, ya sea a través de operaciones de captura como la que trajo ante la justicia a un terrorista involucrado en la trama para atacar nuestras embajadas en 1998, o los ataques como los que hemos llevado a cabo en Yemen o Somalia", dijo Obama.

 

También expresó su voluntad de trasladar el liderazgo del programa de drones (aviones no tripulados) de la CIA al Pentágono.

 

Sobre la crisis en Ucrania, Obama dijo que la tensión entre EU y Rusia no supone un regreso a la Guerra Fría, porque lejos de tratarse de un enfrentamiento de dos bloques como entonces, hoy Rusia está "aislada" en su posición.

 

"Las acciones recientes de Rusia en Ucrania recuerdan a los días en los que los tanques soviéticos entraron en el este de Europa. Pero esto no es la Guerra Fría".

 

"Nuestra capacidad de dar forma a la opinión mundial ayudó a aislar a Rusia de inmediato. Debido al liderazgo estadunidense, el mundo condenó inmediatamente las acciones de Rusia", alegó.

 

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