Uno de mis platillos favoritos en esta temporada de invierno son los ostiones. No sólo la época de frío ayuda a conservarlos más frescos, sino que también en este periodo estos deliciosos moluscos saben mejor y son más dulces. Dependiendo en la etapa reproductiva que se encuentren, cambiarán de sabor y de consistencia. Cuando las aguas se empiezan a enfriar después del verano, los ostiones empiezan a almacenar glicógeno (también conocido como almidón animal).

 

Y aprovechando que hablamos de vacaciones, esta será la última columna de este año. Por lo mismo quisiera desearte a ti querido lector, todo lo mejor para esta Navidad, así como para el 2013 para ti y tus seres queridos. Espero que este año traiga mucha salud y prosperidad para ti. Nos leemos en 2013 y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

 

Puedes ver la columna de Ana Saldaña aquí.

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