El sacerdote Alejandro Solalinde, que tuvo que salir temporalmente de México debido a amenazas de muerte por su labor con los inmigrantes, hizo hoy una defensa en su nombre y un llamado al Gobierno de Estados Unidos a evitar «los muros y las fronteras».

 

En entrevista, Solalinde dijo que «los empresarios detonaron la inmigración» en México y ahora se hace necesario que el Gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, «redoble sus esfuerzos de lectura de la realidad».

 

«Tiene que tratar de ver lo que decía Jesús, los signos de los tiempos. Tiene que leer a tiempo que este sistema está fallando y que lo importante no es poner muros y fronteras, sino de verdad hacer un control inteligente de los trabajadores para que vengan a trabajar y regresen a sus lugares de origen», dijo.

 

El sacerdote, de 67 años, llegó a Chicago en la primera escala de un viaje que lo mantendrá fuera de México hasta el 3 de julio, donde participó como invitado especial en un encuentro binacional sobre Migración, Cultura y Juventud y en el Congreso Nacional Latino que se inauguró hoy.

 

Solalinde, que regenta el albergue de Hermanos en el Camino, en Oaxaca (México), donde da asistencia a los inmigrantes que atraviesan México en dirección al norte en busca del sueño americano, dijo haber recibido seis amenazas de muerte en dos meses, «que vinieron de todos lados, desde que iban a cerrar el albergue, hasta quemarlo».

 

El sacerdote ha decidido dejar el país temporalmente a petición de «tanta gente que se expone por mí», pero no por miedo. «Definitivamente lo que me impulsa, esa confianza que siento y el no tener miedo (de morir), es mi amor a Cristo. Yo confío en Dios».

 

Según dijo, en su trabajo por los casi 200 indocumentados centroamericanos que llegan a diario a su albergue en busca de comida y refugio en tránsito a los EU le mueve «el amor al más débil con el que Cristo se identificó».

 

Solalinde, comparó las situaciones de los inmigrantes en México y Estados Unidos, explicó que, cuando un centroamericano o suramericano llega a México, «por el hecho de cruzar la frontera no es ilegal, es un irregular administrativo. Pero en cambio acá (en EU) por el hecho de cruzar es un criminal y va a la cárcel».

 

El sacerdote,  que además coordina la Movilidad Pastoral de la diócesis de Tehuantepec, en Oaxaca, viajará el domingo a Miami, y posteriormente se trasladará a Canadá, España, Suiza e Italia para hablar de los peligros que enfrentan los inmigrantes cuando atraviesan México.