Copenhague.- La policía danesa confirmó hoy el hallazgo de un brazo izquierdo al sur de Copenhague envuelto con tiras y trozos de metal, que da por hecho que pertenece a la periodista sueca Kim Wall, desaparecida a mediados de agosto en un submarino.
Las piernas de Wall habían aparecido también hace un mes en la bahía de Køge con un envoltorio similar junto con la cabeza, aunque a un kilómetro de distancia, informó la policía, que está pendiente del resultado del examen de los forenses.
Durante las últimas semanas han sido halladas de forma separada varias partes del cuerpo de Wall, vista por última vez la noche del 10 de agosto a bordo del submarino de fabricación casera Nautilus.
Había ido ahí para entrevistar al inventor danés Peter Madsen, en prisión preventiva bajo varios cargos, entre ellos homicidio.
En su último interrogatorio, a finales del mes pasado, Madsen admitió haber descuartizado a bordo del submarino a la periodista y arrojado sus restos al mar, algo que había negado hasta entonces.
El inventor cambió además su declaración sobre la muerte de Wall, que según él había sido provocada al caerle de forma accidental la escotilla del submarino, y afirmó que podía haber muerto intoxicada por monóxido de carbono mientras él estaba en la cubierta.
Las modificaciones en la versión del sospechoso -que sigue declarándose inocente de asesinato- se produjeron después de que los forenses constatasen que el cráneo no tenía fracturas ni signos de violencia, lo que desacreditaba la declaración del golpe en la cabeza.
El inventor y la periodista estuvieron desaparecidos varias horas hasta que Madsen fue visto de nuevo el 11 de agosto por la mañana en Køge, donde fue rescatado antes de hundirse la nave.
Madsen sostuvo inicialmente haber desembarcado a la reportera horas después del inicio del viaje y que la nave zozobró por un fallo, aunque luego cambió su declaración y se supo que el hundimiento del submarino fue intencionado.
En su segunda versión apuntó a la muerte accidental por golpe y señaló que después navegó horas sin rumbo y pensando en el suicidio, aunque también tuvo tiempo de echar una siesta antes de arrojar el cadáver por la borda, entero y con ropa.
La investigación policial ya había concluido para entonces que el cuerpo fue cortado de forma intencionada y que el torso llevaba tubos de metal fijados y que presentaba heridas para extraer el aire de su interior con el fin de que se hundiese y no saliera a la superficie.
En el ordenador del inventor fueron hallados vídeos de mujeres ejecutadas y torturadas, que él asegura que no son suyos.
«Cohete» Madsen, como le llama la prensa danesa, es conocido por sus diseños de submarinos y por ser el cofundador de la firma Copenhagen Suborbitals, creada en 2008 con el objetivo de lanzar al espacio monoplazas tripulados y que ha hecho despegar con éxito cohetes experimentales sin personas a bordo.
fahl