Máscaras, música, disfraces y una peculiar alegría, formaron parte del «Carnaval Ponte Loco» edición 2016, que busca eliminar la discriminación hacía personas que padecen algún trastorno o enfermedad mental.

 

En el 2012 se inauguró por primera vez, y hoy más de 300 personas se suman gustosas a lo que llaman «la fiesta de la locura».

 

En el recorrido participan pacientes de todas la edades, con esquizofrenia, alucinaciones, daño cerebral, entre otros padecimientos mentales, sin embargo, «a la hora del carnaval todos se confunden con todos, los sanos con los enfermos y terminan siendo iguales, cada quién con su locura, pero nadie discrimina a nadie y son felices aunque sea durante el evento», comentó a 24 Horas, Rodrigo Ortiz Trejo responsable del Centro de Asistencia e Integración (CAIS) Coruña Hombres.

 

El CAIS Coruña atiende específicamente a varones mayores de 18 años con trastornos de personalidad, daños orgánicos y retraso mental, los cuales fueron ocasionados por distintos motivos, desde consumo de drogas hasta enfermedades congénitas, el 90% de los casos son jóvenes de 18 a 25 años, abandonados por sus familiares y encontrados en situación de calle, aunque sorpresivamente el paciente más longevo tiene ya 101 años.

 

El motivo del carnaval, «es integrar de nuevo a los pacientes en la sociedad, y descubran que el mundo puede verlos sin señalamientos ni ofensas, es lo que se busca promover» puntualizó Ortíz Trejo, mientras bailaba también al ritmo de los tambores.

 

En tanto Israel Rincón, organizador del Carnaval e integrante de la organización «Désir/es Freudiano», hace un llamado a la población en general, para acudir a los albergues que atienden a personas con este tipo de enfermedades, pues asegura que «no sólo es asunto monetario, lo que se necesita es que crezca el voluntariado, que convivan con los pacientes, compartan lecturas y otros ejercicios que apresuran la reintegración social».

 

«¿Te imaginas que todos te señalen cuando vas por la calle hablando sólo, que las miradas y murmullos no te dejen tranquilo y descubras que todo eso estaba sólo dentro de tu cabeza?, nadie sabe lo difícil que es, tenemos la creencia que por eso todos ocultan su propia locura, pero aquí pueden ser felices aunque sea media hora», finalizó Cristian, paciente con esquizofrenia participante del carnaval.

 

«La fiesta» partió del Ángel de la Independencia y culminó en el Monumento a la Revolución con saldo blanco, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP-CDMX).

 

dec