Con un ramo de rosas entre sus manos y lágrimas corriendo por sus mejillas, Roder Poot Canché aguardaba en el puerto de abrigo de Chelem. Frente a ella, el horizonte ofrecía la primera señal de esperanza.
El barco Neldy, remolcado por la embarcación Tepakán III, aparecía lentamente en el mar, transportando a su hijo, Cristian Chi, y a su compañero de tripulación, Sharbel Chi.
Ambos, junto con los marinos Guillermo Vera y Sergio Márquez, habían enfrentado la furia de la naturaleza en altamar, mientras el huracán Milton, de categoría 5, desataba su poder sobre el Golfo de México.
La espera había sido extenuante. Los familiares de los cuatro hombres del mar habían pasado horas de angustia, contando los minutos y segundos, sin recibir señales claras sobre el paradero de sus seres queridos.
La incertidumbre sobre su seguridad y la lenta respuesta de las autoridades solo alimentaban el temor.
“Gracias a Dios, él es quien hizo el milagro. No le otorgo a nadie más ese milagro más que a él”, declaró Roder Poot.
La comunidad de pescadores y los familiares de los hombres desaparecidos vivieron días de angustia tras la partida de Cristian, Sharbel, Guillermo Vera Hernández y Sergio Márquez, quienes zarparon desde Puerto Progreso el pasado fin de semana para una jornada de pesca.
Al ser sorprendidos por las condiciones extremas del huracán Milton, su embarcación Neldy, quedó a la deriva.
A unos minutos de que se reuniera con sus seres queridos, Roder Poot Canché se prepara para ese esperado momento.
“Lo primero será abrazarlos, besarlos, y quiero decirles lo que saben bien: Los amo”, decía en la entrevista con 24 HORAS Yucatán.
La última comunicación que tuvieron fue cuando el capitán del Neldy, a las 18 horas del lunes, envió un llamado de auxilio. Habían quedado atrapados en la tormenta, a más de 22 millas al norte de San Bruno, mientras realizaban actividades pesqueras.