Luego de que le fueran retirados los sellos de clausura esta tarde, el restaurante «Maximo Bistrot» reabrió sus puertas alrededor de la 13:30 horas.

 

Clausurado por funcionarios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de manera arbitraria luego de que Andrea Benítez, hija del titular de la dependencia, se inconformara al no obtener una mesa y ordenara su clausura.

 

En entrevista para Radio Fórmula la propietaria del restaurante, Gabriela López, señaló que el local ya opera de manera regular desde esta tarde.

 

También reiteró que sigue firme en su intención de no presentar ningún cargo en contra de la persona que ordenó su clausura.

 

Sentenció Gabriela López que «el asunto está terminado». Indicó que las únicas observaciones que deberán atender serán el número de reservaciones, las cuales deberán disminuir, y anotar en la carta de vinos que las botellas son de 750 mililitros.

 

Por su parte la Profeco informó que jamás se llevó a cabo ninguna clausura y que el local permaneció cerrado por decisión de sus propietarios.

 

Sostuvo que la suspensión aplicada al local ubicado en la colonia Roma de esta capital, no fue exclusiva para ese restaurante. «Estas medidas ya se han impuesto en diversos giros comerciales por prácticas que afectan o puedan afectar los derechos y economía de los consumidores», finalizó.