BARCELONA. Choque de gigantes en el Camp Nou. Barcelona y Bayern Munich librarán lo que, sin lugar a dudas, puede calificarse como una Final adelantada y también, por qué no, la revancha de esa Semifinal en la que el equipo alemán echó al que entonces era dirigido por Pep Guardiola en 2013, antes de ganar para ellos la Copa de Europa.
Pero quizá esta vez la historia sea diferente. Los azulgranas llegan en su mejor momento de la temporada. Son fiables en defensa y letales en ataque, donde la tripleta formada por Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez bate todos los récords. Si no, nada más ver los 108 goles que acumulan entre los tres.
El cuadro culé no cambiará su once estelar, mientras que la situación del Bayern es otra. Los bávaros llegan tras unas semanas vertiginosas en las que ha celebrado el título de la Bundesliga, pero también ha sufrido la eliminación de la Copa de Alemania a manos del Borussia Dortmund, y bastante mermado por lesiones que los persiguen desde hace vario meses.
Se cuentan entre los damnificados desde la estrella Arjen Robben, pasando por las lesiones de David Alaba, Franck Ribery y Robert Lewandowski, quien hay que decir que ha viajado, pese a su doble factura de tabique y mandíbula, y se espera que juegue con máscara ortopédica, asistido desde la media punta por Thomas Müller y Mario Götze y desde el centro del campo por Thiago. Una variante que no puede descartarse, sin embargo, es que Guardiola opte por un esquema más cuidadoso y recurra a Schweinsteiger, dejando en el banquillo a Götze.
Por supuesto que el regreso de Pep Guardiola a la que fuera su casa le da un aroma más especial al encuentro, sobre todo por lo dicho por el timonel del Bayern en la conferencia previa al cotejo en la que no se cansó de elogiar al que fuera su club antes de llegar a Alemania, lo mismo que a Messi.
“A Messi no hay defensa que lo pueda parar. Es imposible. No hay entrenador que lo pueda conseguir. Está acostumbrado a que le defiendan de todas las formas posibles y siempre acaba teniendo éxito. El talento no se puede frenar. Es demasiado bueno”, dijo Guardiola respecto al 10 blaugrana.
Para concluir, el timonel habló de su vuelta a Barcelona: “He estado cuatro años sentado muchas veces aquí. Es inevitable sentir cosas. Sabía que podía pasar si me iba a entrenar a grandes clubes, pero la primera vez es la primera vez y no estoy aquí para recibir un homenaje. Estoy aquí para intentar llevar al Bayern a la final”.
Es tiempo de revancha y dan lo mismo las bajas del lado alemán, lo único que interesa es la final por la orejona.