«Soy feminista gracias a ti», le dijo Malala Yousafzai a la actriz Emma Watson durante el estreno del documental Él me llamó Malala, en el Into Film Festival en Reino Unido.

 

«Después de escuchar tu discurso decidí que no hay nada malo en considerarte feminista. Por lo que sí, soy feminista y todos deberíamos serlo porque feminismo es otra palabra para definir igualdad«, expresó la joven activista.

 

Por su parte, Watson señaló que «sus convicciones tienen una fuerza y una determinación que pocas veces he podido ver en otras personas».

 

Emma compartió en su cuenta de Facebook la reunión que tuvo con Malala, expresando que «recientemente estoy aprendiendo que es también un movimiento fraccionado. Todos nos dirigimos hacia un mismo fin. No hagamos que dé miedo decir que eres feminista, quiero convertirlo en un movimiento inclusivo y acogedor. Unamos nuestras manos para poder realizar un gran cambio».

 

El documental «He named me Malala» retrata la vida íntima de la Nobel de la Paz en 2014 Malala Yousafzai, una adolescente de 18 años embarcada en una campaña global en favor de la educación que compagina su vida como estudiante con reuniones de alto nivel con líderes mundiales.

 

La cinta hace especial hincapié en el papel que jugó el educador y activista pakistaní Ziauddin Yousafzai en la formación de su hija, la Premio Nobel más joven de la historia, tiroteada en 2012 por los talibanes al defender en público la escolarización de las niñas.

 

 

«Él me enseñó a levantar la voz cuando hay injusticias en la sociedad, cuando vetan la entrada de las mujeres al mercado y a las niñas a la escuela. Él nunca se ha callado y eso me ha inspirado, aunque nunca me ha forzado a ser como soy», dijo Malala en una entrevista con Efe.

 

La joven se recuperó en el Reino Unido de unas heridas que estuvieron a punto de costarle la vida y desde allí ha continuado una campaña que la ha llevado a hablar ante la asamblea de la ONU, reunirse con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la reina Isabel II, al tiempo que intentaba «no perder un solo día de clase».