NAIROBI. Aún continúan las investigaciones sobre la integración de quienes participaron en el comando armado del grupo islámico somalí Al-Sahab, que el sábado pasado tomó el control del centro comercial Westgate Premier Shopping Hall. Autoridades de Kenia dijeron que han detenido a 11 personas sospechosas de estar vinculadas con el asalto. Siete de ellas fueron arrestadas en el aeropuerto y están siendo interrogadas, dijo el portavoz del gobierno.
Una de las pesquisas está en manos de expertos forenses de Estados Unidos, Israel, el Reino Unido y Canadá para confirmar la nacionalidad de los atacantes. La otra busca determinar si el grupo agresor utilizó algún gas tóxico contra los rehenes durante el asedio que concluyó el miércoles y cuyo saldo de víctimas mortales es, de al menos, 62 personas, incluidos varios turistas extranjeros.
El depósito de cadáveres de la ciudad informó que se prepara para entrar en el centro comercial y recuperar los cuerpos del interior del recinto donde tres niveles colapsaron.
En su presentación ante la prensa, el presidente Uhuru Kenyatta declaró que no estaba en condiciones de confirmar la versión de su canciller, Amina Mohamed, quien desde los primeros momentos del asalto dijo que los terroristas actuaron junto con “dos o tres” estadunidenses y otros británicos.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Ben Rhodes, admitió que existen informes sobre la posible presencia de estadunidenses en el ataque, aunque, subrayó, “tenemos que confirmarlo en el terreno”.
Ayer, la cancillería británica aceptó que entre los 11 detenidos hay un ciudadano inglés, sin dar más detalles del hombre, de treinta y tantos años. El periódico Daily Mail reportó que el hombre fue arrestado el lunes cuando intentaba abordar un avión de Nairobi a Turquía. El diario británico indicó que el sospechoso tenía moretones en el rostro y actuaba de manera rara.
Ayudan expertos
Forenses kenianos, ayudados por agentes del FBI, especialistas israelíes, británicos y canadienses, entre otros, trabajan en la identificación de los detenidos. En un comunicado, el embajador de Estados Unidos en Kenia, Robert F. Godec, declaró que expertos de su país ayudan a las fuerzas de seguridad de Kenia en la búsqueda de cuerpos y evidencia dentro del centro comercial colapsado. Godec añadió que a pedido del gobierno keniano, su gobierno colabora en la investigación para llevar a juicio a los atacantes.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya informó que está preparada para trabajar con Kenia para enjuiciar a los responsables. El fiscal Fatou Bensouda dijo en un comunicado que al asunto está en la jurisdicción de Kenia pero las atrocidades cometidas contra civiles son motivo para que la Corte intervenga.
Una serie de mensajes divulgados en una cuenta de twitter que se presume es del grupo extremista Al-Shabab, asegura que las fuerzas del gobierno keniano utilizaron armas químicas para abatir al grupo agresor. Los mensajes agregan que hubo "una demolición" para cubrir la evidencia de que 137 rehenes quedaron atrapados y que "al no poder derrotar a los muyahidines dentro del centro comercial, el gobierno keniano diseminó gases químicos para poner fin al asedio".
El vocero gubernamental Manoah Esipisu, dijo que no se utilizaron armas químicas -incluido gas lacrimógeno- y que el derrumbe de los pisos de una zona de la plaza comercial fue por un incendio provocado por los terroristas.
Esipisu afirmó que "Al-Shabab es conocido por hacer acusaciones descabelladas” y no hay nada de verdad en lo que dice.
Sin embargo, las autoridades dijeron que el saldo de muertos podría aumentar. Las estimaciones sobre víctimas varían de entre unos cuantos cuerpos a decenas de cadáveres en el interior del centro comercial.
Fotos y video del centro comercial muestran que el nivel superior del estacionamiento se derrumbó. Esipisu dijo que el incendio provocado por los atacantes de Al-Shabab hizo que se debilitara la estructura en un estacionamiento del tercer nivel, el cual se desplomó sobre el segundo y lo arrastró hacia el primero.
En el curso de la mañana del miércoles se escucharon algunos disparos de armas de fuego afuera del centro Westgate de la capital keniana, aunque el día anterior el presidente de Kenia declaró el fin del asedio de cuatro días por extremistas islámicos. Esipisu afirmó que el tiroteo provino de efectivos kenianos que recorrían el recinto. AGENCIAS
La viuda blanca
Algunos testigos de la toma del Westgate declararon que en esa acción participó una mujer que daba órdenes en inglés que los hombres del comando traducían al swahili para que se cumplieran, según el diario keniano The Star. De ser cierta esa versión, algunos expertos en seguridad evalúan la posibilidad que esa extranjera fuera la británica Samantha Lewthwaite conocida por las autoridades británicas y kenianas como La viuda blanca.
Esta mujer, que asume varias identidades, es la viuda de Jermaine Lindsay (también llamado Abdullah Shaheed Jamal), uno de los atacantes suicidas del metro Picadilly, del Reino Unido, el 7 de julio de 2005 en el Reino Unido. Es una persona conocida en África oriental a quien busca la policía keniana por sus presuntos nexos con una célula que planeaba una serie de ataques en la zona turística de la costa.
Lewthwaite se casó con Habib Ghani, de origen keniano aunque nació Houslow, cerca de Londres, involucrado con grupos extremistas de África Oriental y que murió en Somalia hace días. Su fisonomía es muy semejante a la de la joven que aparece en el video de circuito cerrado que apenas liberó la policía keniana: una mujer de piel blanca o incluso caucásica.
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