¿Cerebros de laboratorio? pareciera ser ciencia ficción y que Fankenstein estaría a un paso de la vida diaria, pero no es así. Fueron científicos austriacos, del Instituto de Biotecnología Molecular en Viena, quienes por primera vez desarrollaron un pequeño cerebro desde células de piel.
Lo cierto en este caso es que el cultivo de células madre embrionarias da a luz otro gran avance científico, junto con tecnología de células iPS, explica la investigación publicada por la revista Nature.
Aunque el objetivo de esta "creación" -que me parece más adecuado llamarlo cultivo-, aseguran, es ayudar a analizar cómo se desarrolla este órgano en el útero materno y tener la posibilidad de comprender mejor ciertos problemas neurológicos, como entender y tratar mejor la microcefalia o ayudar en investigaciones complejas de males como autismo y esquizofrenia.
Abre la puerta también a indagar trastornos derivados de disfunciones desconocidas en fases tempranas, sin la necesidad de sacrificar animales y según señalan los expertos "con resultados más certeros".
En realidad, son estructuras de sólo unos cuatro milímetros, pero aseguran que el pequeño tejido tiene la compleja estructura tridimensional de un verdadero embrión cerebral.
"Tres o cuatro milímetros no parecen demasiado, pero para alguien acostumbrado a trabajar con un microscopio es demasiado", afirmó Juergen Knoblich, investigador del Instituto de Biotecnología Molecular de Viena.
Hay que dejar en claro que los expertos subrayan que estos orgánulos están lejos de poder ser catalogados como verdaderos cerebros humanos con plena capacidad de (auto) consciencia.
El objetivo no es desarrollar cerebros de gran complejidad estructural, pues el nivel conseguido es suficiente para realizar investigación, agregó Knoblich en declaraciones tras hacer público el logro en investigación médica.
Los expertos se dijeron más que satisfechos con este gran y primer avance, pues lo comparan al desarrollo de un feto humano de nueve semanas de gestación.
Los resultados son un paso más en la ingeniería de tejidos que en los últimos meses han tenido logros como obtener en laboratorio un hígado, una vejiga o un riñón.
Recrean útero materno
Fue recreando las condiciones en las que las células madre embrionarias se encuentran en el útero materno como se logró este avance, ya que es el lugar donde son capaces de transformarse en células especializadas para formar el cerebro.
Un "gel de cultivo" fue colocado en un bioreactor y en ese momento fueron capaces de organizarse y formar esferas que llegaron a medir a los dos meses entre tres y cuatro milímetros de diámetro, es decir el equivalente al desarrollo cerebral que tiene un embrión de semanas.
Estos microcerebros presentan áreas del cerebro humano en fase inicial como el hipocampo y capas neuronales de la corteza cerebral, sin embargo después de casi un año de su cultivo no crecen por falta de sangre, nutrientes y oxígeno. Para ello se necesitaría un sistema venoso que los transporte al interior de la estructura.
El cerebro humano es "la cosa más compleja que conocemos en el universo", según ha dicho el profesor de Psiquiatría de la Universidad de Cardiff en Gales, Dean Burnnett, por lo que este desarrollo no es un asunto menor.
"Tiene un número de conexiones e interacciones terriblemente elaboradas. Decir que puedes replicar el trabajo del cerebro con un tejido de laboratorio es como inventar el primer ábaco y decir que puedes utilizarlo para hacer funcionar la última versión de Windows", sostuvo tras conocerse este avance de científicos en Viena.

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