Vivir en un rascacielos no tiene por qué ser sinónimo de habitar en un apartamento, sino que podemos disfrutar de una auténtica casa de las dimensiones de un chalé aunque estemos en un piso 22. Nuevas soluciones arquitectónicas permiten configurar una casa a nuestro gusto, gracias una catálogo de módulos que adosamos a una parte central del rascacielos como cuando un niño hace una construcción con los célebres juegos de piezas. El proyecto “House me Tender” acaba de recibir el Premio Future Projects Awards como una de las viviendas del futuro.

 

La prueba de concepto se ha llevado a cabo con una simulación de edificio de nueve plantas (aunque está pensado para las habituales alturas de Honk Kong, es decir, 40 pisos) en la que existe una estructura central estándar a la que se van adhiriendo módulos de cemento prefabricados elegidos por el cliente para dar forma a su vivienda. La parte “fija” contiene el salón y varias habitaciones y luego se le añade baño y cocina, pero a partir de ese momento, el comprador decide qué “piezas” quiere insertarle en el exterior.

 

Pueden ser más habitaciones, una terracita, qué tipo de ventanas… Al final ese forraje de módulos habitables, por su diversidad de formas, proporciona al edificio unos canales de ventilación ideales para el clima subtropical de Hong Kong.
“El premio nos anima a seguir perseverando en esta forma de construir. Cada unidad acaba siendo un gran dúplex configurado según las necesidades de la familia que va a habitar en él”, explicó a EFE el arquitecto belga residente en Hong Kong que ha diseñado el “House me Tender”, Olivier Ottevaere.

 

Sostenibilidad

 

Desde el punto de vista medioambiental, este proyecto presenta varias medidas encaminadas a la sostenibilidad en la construcción. “Usamos un encofrado de hormigón reusable y reconfigurable, eliminando el uso de residuos de madera y emisiones en el lugar de la construcción. Está provisto de ventilación natural y de espacios en sombra y cubiertas creadas en las terrazas, algo deseable bajo este clima”, añadió Ottevaere. Esto lógicamente puede contribuir al descenso del consumo de energía en el inmueble.
En opinión del arquitecto Víctor Pascual “construir mediante elementos prefabricados modulares puede parecer algo relativamente contemporáneo y de reciente aparición en el mundo de la arquitectura, sin embargo, ha sido recurso empleado y analizado a lo largo de la historia de la construcción, desde los primeros planeamientos urbanísticos de Leonardo Da Vinci, pasando por los modelos residenciales modulares del arquitecto Israelí Moshe Safdiepara la Expo de Montreal del 67, hasta nuestros días, en los que este tipo de arquitectura se está convirtiendo en una alternativa real y ventajosa sobre la arquitectura más tradicional”.
“Además de una reducción de los plazos de ejecución, otra una ventaja reside en la flexibilidad que nos ofrece este tipo de arquitectura, que permite ampliaciones y crecimientos en cortos plazos de tiempo, así como personalizaciones de cada uno de los módulos pudiendo adaptarse a cada una de las necesidades de cada usuario particular”.
Incluso, aunque pudiera parecer a priori lo contrario, “no debemos pasar por alto –dice Pascual- la precisión, a nivel constructivo y de ejecución, que nos brindan estas construcciones modulares, lo que conlleva un notable aumento de la seguridad de nuestros edificios”.

 

GH

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