La Familia Michoacana fue el grupo delictivo que convocó a ciudadanos a saquear dos almacenes de abarrotes en Arcelia, Guerrero.
Al respecto, el gobernador del estado Héctor Astudillo Flores lamentó el crimen que provocó pérdidas económicas a los establecimientos por 35 millones de pesos y cuyo empresario fue secuestrado en dos ocasiones porque se negó a pagar cuotas a la delincuencia.
Respecto al suceso, tanto el gobierno estatal como el federal, se deslindaron de su responsabilidad con el argumento de que el alcalde priista de ese municipio y quien ahora busca su reelección, Adolfo Torales Catalán, fue omiso.
«La autoridad local fue totalmente negligente ya que nunca actuó ni si quiera para reportar los hechos que fueron alentados por un grupo delictivo», se indicó en el boletín de prensa del gobierno de esa entidad.
A través de un comunicado, el portavoz Roberto Álvarez Heredia informó que un grupo de 800 personas, entre adultos y niños, saquearon por completo las tiendas y las pérdidas económicas por los actos de rapiña fueron valuadas en cerca de 35 millones de pesos.
De acuerdo con la información oficial, alrededor de las 4 de la mañana un grupo de la delincuencia organizada irrumpió en las tiendas El Surtidor Calentano y azuzó a pobladores a participar en el saqueo. Los hechos habrían ocurrido por la negativa de los dueños en pagar por el derecho de piso.
JNO