Napoleón Gómez Urrutia, quien llegó a acumular 11 averiguaciones previas por diversos delitos, regresará a México antes de que concluya febrero, adelantó su abogado Marco Antonio del Toro, quien detalló que se reunirá con su cliente en Canadá, quien ya tiene preparadas sus pertenencias para regresar al país luego de ocho años de autoexilio.
“Ya verificamos, no tiene ninguna imputación, viene a trabajar muy fuertemente con su gremio con mucho entusiasmo, viene acompañado por congresistas de todo el mundo, personalidades internacionales de distintos órdenes, líderes sindicales que tienen interés de acompañarlo en éste retorno al frente del sindicato y ya en su patria”, dijo del Toro.
Explicó que a pesar que desde el año pasado se decretó la libertad de Gómez Urrutia, la verificación de que ya no hubiera mandamientos judiciales en su contra les llevo tiempo, y como resultado no se encontró ningún impedimento legal para su retorno.
“Ya hicimos una revisión general, se encuentra absolutamente libre, exonerado, exento de toda culpa, a ponerse a trabajar como quiere”, dijo el abogado.
Explicó que la intensión de Gómez Urrutia es el de ponerse trabajar al frente del sindicato minero y, aunque no hay temor por su integridad física, el Estado está obligado a garantizar su seguridad como a cualquier otro ciudadano de México.
“Para eso está el Estado para darnos seguridad a todo el mundo, pero él viene a trabajar con su gremio, con los mineros, para coadyuvar al desarrollo del país de una manera eficaz, productiva en el marco de un persecución política que está más que reconocida a nivel internacional”, dijo Del Toro.
En septiembre pasado Gómez Urrutia obtuvo un amparo por la única orden de aprehensión que restaba en su contra por el delito de desvío de recursos por 55 millones de dólares.
Uno de los últimos recursos fue el amparo 1145/2014 presentado ante el Juzgado Quinto de Distrito en contra de “la abstención de realizar gestiones necesarias para cancelar la ficha roja, alerta, noticia o difusión roja del quejoso”.
Posteriormente la Procuraduría General de la República les notificó de manera oficial que ya se había cancelado el pedimento internacional en contra del líder.
Entre los años 2006 y 2014 Gómez Urrutia acumuló 11 ordenamientos judiciales a nivel local y federal, por los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita, fraude, desvío de recursos, lavado de dinero, tráfico de influencias, abuso de confianza, falsificación de documentos oficiales.
Incluso, en los ocho años de autoexilio, el Gobierno de Canadá, donde se refugió le otorgó la nacionalidad de ese país como una muestra de distinción a su carrera como sindicalista.