El mexicano sentenciado a muerte,  Rubén Ramírez Cárdenas ya se encuentra en el pabellón de la muerte desde ayer y al parecer ya tuvo contacto con su familia, así lo informó el corresponsal de Radio Fórmula en Texas.

 

A pesar de todas los esfuerzos legales y peticiones de clemencia a las autoridades de Texas a Rubén se le pondrá la inyección letal este miércoles a las 18 horas en la prisión de Huntsville Texas.

 

El procedimiento consiste en la aplicación de tres sustancias, una que lo dejará inconsciente, otra que paralizará sus funciones neurológicas y la última que detendrá su corazón, procedimiento que se llevará entre cinco y diez minutos.

 

Precisó que hay tres vías que podrían detener la ejecución; que el gobernador de Texas conmute la pena por cadena perpetua, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exonere al mexicano.

 

Y que la Corte Suprema atienda las súplicas de su familia y los recursos legales interpuestos por su defensa, que alegan que es inocente del crimen del que se le acusa, el asesinato de su prima de 16 años.

 

aarl

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