El huracán «Sandy» tocó tierra hoy en Nueva Jersey tras azotar la costa este de Estados Unidos y provocar la muerte de al menos ocho personas, el cierre de escuelas y negocios, la cancelación de vuelos y del transporte público, y la suspensión de actos electorales.

 

Con vientos sostenidos de 137 kilómetros por hora, «Sandy» tocó tierra a las 20.10 hora local (00.10 GMT del martes) en Atlantic City, una zona turística con fuerte presencia de casinos, y puede convertirse en uno de los huracanes más costosos de la historia de Estados Unidos con daños económicos de hasta 45 mil millones de dólares.

 

Según diversas fuentes,el huracán causó la muerte de cinco personas en el estado de Nueva York, posteriormente se informó de una más en la misma ciudad; así como  la de otras dos en el vecino Nueva Jersey, mismas que ya están confirmadas,  y la de otra en Connecticut, según reportes de medios locales.

 

Asimismo se informó que ya hay una novena víctima, aunque esta en Cánada, donde ya empiezan a sentir los efectos del ciclón. Se trata de una mujer que perdió la vida luego de ser golpeada por un cartel publicitario que se desprendió por la intensidad de los vientos.

 

También una de las tripulantes del velero “HMS Bounty” perdió la vida en un hospital de Carolina del Norte luego de un naufragio en las costas de ese estado. Por lo que ya suman 11 las muertes que ha dejado «Sandy».

 

El ciclón, que avanza a 45 kilómetros por hora rumbo noroeste y es considerado de proporciones «épicas», ha dejado sin luz a al menos 2.8 millones de personas en once de los 23 estados ahora en alerta por su paso.

 

El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami (Florida), lo ha clasificado una tormenta «postropical», y a lo largo de la jornada aconsejó a la población evitar «viajes innecesarios».

 

De ahí que las calles, escuelas y centros comerciales permanecieran desiertos.

 

En la recta final de la contienda electoral, la tormenta también ha alterado los planes de las campañas de reelección del presidente Barack Obama, y de su rival republicano, Mitt Romney.

 

Obama canceló un acto de campaña junto con el expresidente Bill Clinton en Ohio, y declaró estado de emergencia en nueve estados, para que éstos puedan solicitar ayuda federal.

 

También canceló un acto previsto para mañana en Wisconsin, otro estado clave en la contienda, y así continuar vigilando la evolución del ciclón y la respuesta del Gobierno.

 

«No estoy preocupado por el impacto del huracán en las elecciones. Estoy preocupado por el impacto en la gente de la trayectoria de la tormenta», dijo Obama desde la Casa Blanca, tras cancelar un acto en Florida.

 

Romney, por su parte, canceló mítines políticos en Virginia y Nuevo Hampshire.

 

En dos condados costeros de Carolina del Norte, Ocracoke y Dare, la Junta Electoral ordenó el cierre de centros donde debía llevarse a cabo el voto por adelantado, y mañana también los cerrarán en el condado de Pamlico.

 

En el área de Washington, las autoridades comenzaron a erigir barreras a lo largo del Río Potomac ante la amenaza de inundaciones por un posible desbordamiento a partir de mañana, y han distribuido bolsas de arena en las zonas de sus márgenes.

 

Mientras, las autoridades de la zona metropolitana de Washington, al igual que las de Nueva York, cancelaron las clases y los servicios de trenes subterráneos y autobuses.

 

Se calcula que «Sandy» ocasionó además la cancelación de unos 14 mil vuelos en todo Estados Unidos, y de al menos otros 2 mil 800 para mañana.

 

En Maryland, las imágenes de televisión mostraban el colapso del muelle en la playa de Ocean City, desde donde varios canales de televisión han emitido en directo el paso de «Sandy».

 

La Comisión de Regulación Nuclear ha enviado inspectores a varias plantas nucleares en estados del corredor de la zona costera, como Maryland, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania, aunque por ahora no hay órdenes de cierre.

 

Anticipando apagones, los supermercados del área de Washington y tiendas de bricolage como Home Depot y Lowes, agotaron sus existencias de baterías, linternas, velas, hielo, agua y alimentos de primera necesidad.

 

Peter Morici, profesor de la Facultad de Negocios de la Universidad de Maryland, dijo a la cadena CNBC que «Sandy» tiene «el potencial de traer una destrucción épica».

 

«Es probable que Sandy ocasione mayores destrucciones a la propiedad y pérdidas de la actividad comercial a lo largo de la semana en un 25 por ciento de la economía… un cálculo inicial de pérdidas económicas oscila entre 35 mil y 45 mil  millones de dólares», vaticinó Morici.

 

En las redes sociales como Twitter y Facebook, tanto celebridades como ciudadanos de a pie intercambiaban consejos e información minuto a minuto para protegerse de «Sandy», bautizada como un «Frankenstorm», en alusión al monstruo ficticio.

 

«Viví en Miami durante 20 años, viví muchos huracanes, nunca antes había visto algo como Sandy. Esta es una historia de horror», comentaba Larry King, un célebre presentador de noticias de la cadena CNN en su cuenta de Twitter.

 

Antes de afectar a la geografía estadounidense, «Sandy» había dejado una estela de muertes y destrucción en Haití y el resto del Caribe, donde la «supertormenta» dejó al menos 63 muertos.