vEl exconsejero del INE, recriminó que la reforma al PJ busca politizar y someter a las mayorías; alertó que hay antecedentes no democráticos
Foto: Especial | El exconsejero del INE, recriminó que la reforma al PJ busca politizar y someter a las mayorías; alertó que hay antecedentes no democráticos  

Para el exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, México atraviesa un “transición inversa” hacia el autoritarismo, impulsada por un proyecto democrático que busca debilitar los contrapesos y concentrar el poder presidencial, el cual señala en su más reciente libro, La democracia constitucional en riesgo: Los autoritarios no descansan

Además, señala que el Plan C pretende politizar al Poder Judicial, capturar al INE y anular al Legislativo como contrapeso del Ejecutivo; advierte que será necesaria una segunda transición democrática, la cual deberá incluir a Morena, le guste o no a la oposición, lo cual detalló en entrevista con este medio.

 

¿Cómo se verá el panorama judicial tras la Reforma?

En una democracia constitucional, los jueces no se eligen por voto popular porque su función es garantizar imparcialidad, no representar intereses políticos. La reforma al Poder Judicial busca politizar y someter a las mayorías. Hay antecedentes, como en Bolivia, donde los jueces electos por voto popular terminan subordinados al poder.

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El Plan C es un proyecto para desmantelar las instituciones democráticas. Dos pilares ya están en marcha: la reforma judicial, que busca desmantelar la independencia judicial y controlar a los jueces, y la eliminación de órganos autónomos. Aún falta la reforma electoral, que probablemente busque desmantelar los dos elementos restantes que hicieron posible la transición democrática: eliminar la representación proporcional y convertir al INE en un órgano sometido a la mayoría.

 

¿Qué riesgos ves en la creciente influencia de las Fuerzas Armadas?

México es el único país en América Latina que nunca sufrió un golpe militar, y eso no fue casualidad. Desde Cárdenas, el Ejército fue parte del proceso de institucionalización, pero sin ser un actor político directo, siempre tuvo peso político, pero nunca determinante ni activo.

Eso cambió. Ahora el Ejército no solo combate al crimen, sino que es empresario, gestor de empresas públicas, administrador de funciones del Estado y policía por excelencia con la militarización de la Guardia Nacional.

Lejos de fortalecerlo, esto lo pone en riesgo. Fracasos como el de Mexicana de Aviación afectan su imagen. La administración de puertos, aeropuertos y aduanas lo convierte en un actor con intereses políticos y económicos que defender, algo inédito en 100 años.

Búsqueda de una estado democrático

¿La autonomía del INE está en riesgo?  

Sí. La amenaza de la reforma electoral del Plan C sigue ahí, solo interrumpida, pero lista para reactivarse y todo apunta a que se replicará en los términos que la planteó AMLO.

La iniciativa politiza al INE, convirtiendo a los consejeros en funcionarios electos, sujetos a campañas y voluntades de las mayorías, y perdiendo imparcialidad. Además, reduce sus facultades en fiscalización, vigilancia de servidores públicos y sanciones por irregularidades, debilitandolo gravemente.

Bajo el pretexto de la austeridad, la reforma desmantela el Servicio Profesional Electoral, columna vertebral del INE. Además, podría incluir la eliminación de la representación proporcional y senadurías de primera minoría, beneficiando desproporcionadamente a Morena.

El Consejo General ha sido capturado, Morena impuso consejeros afines, rompió consensos y capturó el Instituto, facilitando decisiones arbitrarias y la sobrerrepresentación legislativa. Lo que viene puede ser aún peor.

 

¿Crees, como dijo Zedillo, que Palacio Nacional alberga un “caudillo oculto”?

Hay una clara continuidad. No entiendo a quienes creen que habrá ruptura entre Sheinbaum y AMLO. Ella no solo respalda la reforma judicial de AMLO, sino que presentó leyes secundarias aún más radicales. Su Gobierno no busca un regreso al México de Echeverría, pero sí que el poder se concentre en la Presidencia sin contrapesos.

El PRI como partido, aunque funcional a la Presidencia, era un espacio de contención, había instituciones que matizaban el ejercicio del poder presidencial, como los grandes sindicatos. Hoy, en cambio, el desmantelamiento institucional es evidente, la incapacidad del gobierno para operar es alarmante, afectando temas clave como la relación con EU. 

El Legislativo está convertido en un órgano de “levantadedos”. Con la reforma judicial, el Poder Judicial seguirá el mismo camino.

Es lo peor de ambos mundos: la arbitrariedad de los caudillos con la concentración autoritaria del poder, sin los frenos institucionales del siglo XX.

 

¿México requiere una segunda transición democrática?

Totalmente de acuerdo. Hoy vivimos una transición inversa: hacia el autoritarismo. Todos los regímenes autoritarios se disfrazan de democráticos. En México, este proceso avanza aceleradamente, más rápido que en Venezuela o Nicaragua.

Rescatar la democracia requerirá una segunda transición, pero en un escenario más difícil que hace 30 años. Antes había un consenso básico sobre la necesidad de transitar hacia la democratización, algo entendido incluso por el PRI; hoy, la mentalidad autoritaria “amigo-enemigo”, está instalada en la política y la sociedad.

Esta nueva transición no puede ser impuesta; debe surgir de un gran acuerdo político. Pero la oposición ha jugado el rol que el gobierno le impuso y ha caído en su juego. No basta con denunciar el autoritarismo, hay que evitar la polarización extrema y construir las condiciones para un consenso. Morena y sus seguidores deberán ser parte del futuro arreglo democrático, por difícil que sea. La reconstrucción de la democracia solo será posible con una negociación incluyente.

 

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