A lo largo del año la actividad económica tendrá una recuperación a un menor ritmo, asociada a un ambiente en donde probablemente prevalezca la incertidumbre, una posible reestructura del gasto público, al igual de que de un entorno global adverso, consideró Jessica Roldán Peña, directora de análisis económico de Finamex.

 

En conferencia de prensa, la directiva señaló que entre los riesgos a corto plazo para la economía nacional destaca la simbiosis entre la política fiscal y energética, por lo que uno de los retos será mantener una política fiscal «saludable».

 

Detalló que será relevante la evolución del gasto público en los próximos meses y las metas fiscales que pueda cumplir el Gobierno.

 

A su vez, advirtió que durante la primera mitad del año la agencia calificadora Moody’s podría ajustar a la baja la nota soberana y de Petróleos Mexicanos (Pemex), al mismo tiempo que la empresa petrolera perdería su grado de inversión.

 

Por otro lado, estimó que habrá un freno en la caída de la inversión derivado de una mejora en la confianza del sector privado. En este contexto, añadió que los sectores de la construcción y energía serán los más beneficiados, toda vez que se lleve a cabo la implementación del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura del Sector Privado.

 

Roldán Peña agregó que el Banco de México (Banxico) mantendrá una postura de política monetaria prudente, de manera que tan solo aplicará dos recortes de 25 puntos base a su tasa referencial, con lo cual ésta se ubicará en un nivel de 6.75% al cierre de año.

 

Finalmente, comentó que el Producto Interno Bruto (PIB) tendrá una expansión de 1.1% en este año, impulsado por un mayor consumo, demanda externa y un gasto público que «dejará de ser un lastre».

PAL