A un mes de que se lleve a cabo la elección para gobernador en Sonora, el uso de vehículos aéreos, usados como taxis, y la intervención de llamadas telefónicas han sido los principales temas que envuelven a sus principales contendientes: Javier Gándara, del PAN, y Claudia Pavlovich, del PRI.

 

Estos temas ya forman parte de una investigación de la Fiscalía para Atención de Delitos Electorales (Fepade) y de la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE).

 

Los viajes aéreos de Claudia Pavlovich, abanderada por el PRI y Verde Ecologista; y también de Javier Gandara, candidato del PAN, para asistir a diversos actos de campaña, han generado una guerra de acusaciones mutuas tras por la sospecha de que el origen de los recursos utilizados y las empresas contratadas en su renta crean un conflicto de interés.

 

Derivado de la reforma política -vigente desde el 23 de mayo de 2014- la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) establece un sistema nacional de fiscalización que podría investigar este tipo de actos.

 

La reforma precisa que su rectoría estará a cargo del INE, es decir, la investigación por el uso indebido de recursos, por ejemplo, el uso de aeronaves como transporte aéreo -aunque se trate de una elección local- será responsabilidad exclusiva de la Unidad Técnica de Fiscalización del órgano electoral nacional.

 

En el caso de los vehículos aéreos utilizados por Claudia Pavlovich, el PAN presentó hace unos días una denuncia ante la Unidad de Fiscalización del INE, misma que inició un procedimiento sancionador para determinar el origen de los recursos erogados en taxis aéreos por la candidata del PRI y determinar si estos fueron incluidos como parte de sus gastos de campaña.

 

Avioneta familiar

 

A la polémica de la candidata priista se sumó su principal contendiente, el panista Javier Gandara, quien aceptó que autocontrató la avioneta bimotor XA-USF para utilizarla como transporte aéreo durante las actividades de su campaña.

 

El aspirante de Acción Nacional dijo a 24 HORAS que «el avión lo compró una empresa en la que la accionista principal es mi esposa». Gándara está casado con Marcela Fernández, una acaudalada empresaria sonorense que ostenta la mayoría de acciones en la empresa Servicio y Mantenimiento DQ, a la cual, rentó la avioneta para su campaña.

 

El candidato blanquiazul aseguró que lo erogado en transportación aérea está catalogado como gasto de campaña ante el INE, e incluso, manifestó que también usa un helicóptero monomotor R-66, matrícula XB-NLJ, «todo se hizo de manera correcta y legal», dijo.