Aunque señaló que el Gobierno federal contaba con informes de inteligencia sobre la intención de atacar y quemar las puertas de Palacio Nacional, dijo que eso convertiría en víctimas a quienes usaron mazos y lanzallamas.
"Mi opinión es de que no persiga a nadie, porque encima de todo van a sentirse víctimas. No debe de haber ningún castigo, yo creo que el castigo en este caso es la condena pública por lo que hicieron, la gente no ve bien el uso de la violencia", dijo.
Sobre los informes que recibió, dijo que "la información que tenía es que querían quemar la puerta de Palacio Nacional, imagínense eso. Tuvimos que poner el muro".
Aseguró que ya había decidido que la muralla metálica, intervenida con los nombres de víctimas de feminicidio, se quedará por lo menos una semana.
Sin embargo, ante la destrucción y enfrentamientos se decidió retirarlas tras culminar las protestas.
Además, acusó que los colectivos feministas se negaron a dialogar con el Gobierno de la Ciudad de México, como había ocurrido en años anteriores para la planificación de la marcha.
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MGL
