Un lenguaje más coloquial y directo para la gente utilizará Enrique Peña Nieto, candidato del PRI-PVEM, en el próximo debate del 10 de junio, en el que privilegiará las propuestas directas para los ciudadanos, pero también irá preparado con algunas sorpresas contra sus rivales.

 

El candidato no gastará demasiado tiempo en responder a los ataques de sus contrincantes, será conciso y principalmente lo hará con la información en contra de sus rivales que tiene lista, ya que busca utilizar la mayoría del tiempo en dar a conocer sus propuestas, señalan integrantes de su equipo.

 

En la preparación del candidato se ha establecido dar un tiempo importante a las propuestas, como 70% del total y otro para responder a las agresiones, con información en contra de la panista y el perredista.

 

Lo que plantean es que después de algún ataque, Peña Nieto inicie su participación con la información preparada para su contrincante e inmediatamente después pase alguna propuesta específica.

 

Además no volverá a cometer el error de quejarse del formato del debate, ni de que sus contrincantes suman sus tiempos para atacarlo, ya que esto fue una de las principales críticas que se hicieron en el post debate, además de que la panista Josefina Vázquez Mota usó estas frases para hacer spots en su contra.

 

En el debate, el abanderado de la coalición Compromiso por México reiterará propuestas como su manifiesto por la democracia, los diez compromisos con la economía familiar, la educativa, y de forma muy concreta enunciará su propuesta contra el crimen organizado, además de que hará otras que le lleguen directamente a la gente sobre temas sociales.

 

Una vez más, los ensayos son supervisados por el peruano experto en comunicación política y media training, Javier Maza. Y como sparrings participan Aurelio Nuño, Frank Guzmán y algunas veces su coordinador de comunicación social, David López.

 

En esta ocasión se manejan escenarios diferentes respecto a cómo utilizar el tiempo debido al cambio de formato, por lo que el candidato ensaya distintas formas para determinar su actuación de acuerdo a cómo se comporten sus contrincantes, para utilizar el tiempo de propuestas y de ataques, de acuerdo al calor del debate.

 

En esta ocasión los priistas esperan ataques más fuertes del perredista Andrés Manuel López Obrador y de la panista, Josefina Vázquez Mota, quienes consideran que estarán unidos para tratar de bajarle puntos a Peña Nieto.

 

Además no se prevé ni siquiera un apoyo como el que tuvo en el anterior debate de Gabriel Quadri, ya que tendrá que luchar por lograr el 2% de la votación y mantener el registro de Nueva Alianza, porque la campaña de desgaste que ha sufrido la maestra Elba Esther Gordillo en los últimos días, repercutirá en las posibilidades de lograr el mínimo para mantener el registro con la elección de diputados, como sucedió en 2006.

 

El candidato priista ha ensayado principalmente por las tardes y dará un tiempo importante el próximo sábado a su preparación.

 

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