83.1% de las exportaciones que México realizó el año pasado se destinaron al vecino país del norte.
Foto: Cuartoscuro | 83.1% de las exportaciones que México realizó el año pasado se destinaron al vecino país del norte.  

El Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) está a la deriva debido a las reformas constitucionales aprobadas durante los gobiernos de la autoproclamada Cuarta Transformación (4T).

Un análisis de 24 HORAS sobre el futuro del acuerdo comercial entre las tres naciones indica que las leyes aprobadas por el Legislativo minan la ratificación del tratado que ha sido defendido por todos los expresidentes vivos, incluso por la actual mandataria Claudia Sheinbaum, como un pilar de la economía nacional, por encima de los legisladores, que van en sentido contrario.

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Las reformas constitucionales y legales que modificaron radicalmente la organización y funcionamiento del Poder Judicial federal y extinguieron instituciones autónomas debieron ajustarse a los artículos 29.2 y 29.4 del T-MEC.

En particular, el artículo 29.2, adoptado por México, indica que debe dar tiempo a Estados Unidos y Canadá para conocer los cambios de regulaciones y comentar sobre las medidas tomadas; el 29.4 trata sobre mantener tribunales imparciales e independientes.

Más reformas

A su vez, las recientes reformas a la Ley de Obras Públicas que contiene excepciones de cumplimiento de transparencia de las Fuerzas Armadas y otros organismos cuando se trate de obras prioritarias, se confronta directamente con el Capítulo 13 del TMEC.

Dicho Capítulo establece que México, Estados Unidos y Canadá se comprometen a fijar mecanismos homologados de contrataciones públicas, con el objetivo de generar transparencia e incentivar la participación, incluida la de entes como las Fuerzas Armadas en contrataciones.

Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido el Tratado, el cambio de regulaciones desde el Legislativo confronta lo señalado en el TMEC y pone al país en un escenario de riesgo.

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Las reformas constitucionales, entre las que destacan las que desaparecieron los órganos autónomos y las publicadas en abril pasado en materia de obras públicas y los servicios relacionados con las mismas son violatorias de las obligaciones de transparencia y de realización de licitaciones, en términos del capítulo 13 del T-MEC.

La secretarías de la Defensa Nacional y Marina, Pemex, CFE y las subsidiarias y filiales están incluidas en la lista de México, que obliga a las dependencias y entidades del sector público mexicano a sujetarse a mecanismos de contratación basados en licitaciones y reglas de transparencia, que ya no existen, debido a reformas legales.

Irregularidades

Tampoco la reforma judicial se ajusta, por lo que, al no equiparar su marco regulatorio a los preceptos del tratado, los otros socios –Estados Unidos y Canadá– están en riesgo de exigir que se cumplan o darlo por terminado.

Entre las alertas es que podrán reclamar al Gobierno de México indemnizaciones e incluso llevar al país a un panel de controversias, que perdería por modificar su marco regulatorio en francas violaciones al T-MEC.

Bajo este escenario, los países miembros podrán tomar represalias, como negarle a los mexicanos contrataciones gubernamentales en petróleo y energía, debido a las recientes reformas que otorgan un régimen de excepción a instancias como Defensa, Semar, Pemex y CFE.

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Dichos asuntos involucrarán arbitrajes internacionales y tribunales extranjeros, por lo que existe información de que empresas mexicanas, que trabajan amparadas bajo el T-MEC, analizan constituir legalmente sus compañías en Estados Unidos y Canadá para tener la protección del propio Tratado y de tribunales extranjeros.

Las compañías que quieran ser proveedoras de Pemex o CFE tendrán más protección jurídica si tienen su base de operaciones legales en Estados Unidos o Canadá, lo que, de aplicarse de forma masiva, podría generar problemas de recaudación impositiva y en la política fiscal del país.

De no armonizar la legislación con el T-MEC, México se enfrentará a controversias internacionales y al fin de ese Tratado, por lo que los expresidentes coinciden, junto a la presidenta Sheinbaum, en defender el acuerdo, pero el actual Gobierno se encamina hacia su terminación.

 

Reformas van en sentido contrario al TMEC: experto

 

La mayoría de reformas, impulsadas por la 4T, van en sentido contrario al T-MEC, señaló el consultor en comercio exterior de la empresa SupplyChain Consulting, Manuel Díaz.

Dijo que México quiere continuar con el Tratado, pero hay indicios preocupantes que han generado alarmas en Estados Unidos y Canadá, países que han comenzado con presiones reales para que se cumplan los compromisos laborales, medioambientales “y sobre todo con la existencia de tribunales internacionales que den certeza a las empresas”.

En entrevista con 24 HORAS, dijo que “el problema es que muchas de las reformas impulsadas por el gobierno mexicano van justo en sentido contrario. Se rompe con la transparencia, se limita el acceso a licitaciones, se debilita el Estado de Derecho y se otorgan excepciones que violan el espíritu y la letra del acuerdo”.

Sin embargo, para el analista y asesor económico Ramsés Pech, al presidente Trump no le importan las reformas impulsadas por el Gobierno de la 4T, le interesan los negocios.

“Con el Tratado hay una relación comercial en donde existen términos y condiciones, en donde no existe la política. Existe una relación en donde nos ponemos de acuerdo en el libre comercio que existe entre los países”, comentó el especialista. /Ángel Cabrera y Luis Valdés

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