Nueve jóvenes inmigrantes indocumentados de origen mexicano, la mayoría en sus 20’s, desde inicios de la semana que concluyó realizan acciones para protestar contra las políticas de deportación de la administración Obama y han llamado la atención del mundo.

 

Hoy siete días después se les conoce como Dream 9, están detenidos en Arizona por desafiar a las autoridades migratorias al pedir el ingreso bajo “criterio discrecional” humanitario, seis de ellos están en confinamiento desde el viernes, un día después de que iniciaran una huelga de hambre por no poder comunicarse por teléfono con sus familias y amigos en el exterior.

 

Ahora se niegan a probar bocado hasta que sean liberados del Centro de Detenciones de Eloy.

 

"No pueden llamar. Las llamadas que tratan de hacer se cortan inmediatamente o escuchan un mensaje que les dice que ese número de teléfono se encuentra restringido", detalló Mohammad Abdolahi, activista de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA).

 

En tanto, la organización llama a los ciudadanos a manifestarle su apoyo vía correo postal "Tan pronto como se empiece a hablar y decir lo que está pasando, las llamadas se permitirán", asegura Abdolahi.

 

Lizbeth Fabiola Mateo Jiménez, Marco Antonio Saavedra Mendez y Lulu Tonanzy Martínez Valdez, beneficiarios del estatus de protección temporal DACA, junto con Adriana Díaz, Claudia Amaro, Luis Gustavo, María Peniche, Ceferino Santiago y Mario Alejandro Félix García, quien se unió al equipo de último momento, en el cruce fronterizo en Nogales, Sonora, quieren volver recibiendo el beneficio del programa de Acción Diferida (DACA), que aprobó el presidente de Estados Unidos en 2012.

 

Y son Mateo, Amaro, Santiago, Martinez, Saavedra y Felix quienes ahora están en confinamiento.

 

En el marco de la campaña “Bring them home”, “Tráiganlos de vuelta a casa”, los jóvenes se presentaron el pasado lunes a las 9:00 horas acompañados de una treintena de activistas en el puerto de entrada Morlie , con una peculiar indumentaria: togas y birretes de graduación de colores verdes, azules y negras.

 

Con esta acción de resistencia civil pacífica esperan que ésta captura sea el inicio del regreso a la nación en la que crecieron y estudiaron, y que ven como su casa.

 

Kat Sinclair, abogada de los jóvenes, presentó una solicitud de asilo político tras las detenciones para que los nueve dreamers sean liberados bajo palabra, considerando que no son una amenaza para la sociedad, mientras las autoridades toman una decisión sobre su solicitud. Lo ocurrido hasta ahora es su incomunicación.

 

En tanto, Rosie Rojas, otra joven dreamer de 19 años, que se crió en Tucson desde los 3, no tuvo la misma suerte y aunque decidió sumarse al grupo, las autoridades migratorias la regresaron a México. Aunque la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA), organización que los ha respaldado en esta lucha, dijo que ella tiene un caso válido de asilo político que analizarán más.

 

Pero estas acciones han generado distintas muestras de apoyo y reclamo al gobierno de EU para que las demandas sean atendidas.

 

El viernes se celebró una vigilia de oración en Wichita, Kansas, organizada por la organización Sunflower Community Action, entre las que participaron los familiares de Claudia Amaro, de 37 años, parte de los Dream 9 quien vivió por más de 20 años en esa ciudad y debió dejar el país cuando su marido fue deportado.

 

"Ella se unió a ellos para exponer el hecho de que no tiene país, para exponer las duras políticas de deportación del gobierno estadounidense. Ella se les unió para exponer las duras condiciones en los centros de detención", explica Brenda Amaro, hermana.

 

En tanto, en Chicago, un pequeño grupo de activistas se apostaron en días pasados frente a las oficinas del representante Luis Gutiérrez, para apoyar a sus contrapartes en Arizona.

 

En Atlanta, jóvenes visitaron la oficina del representante federal de Georgia, John Lewis, para pedir su apoyo para la liberación del grupo.

 

El NIYA ha participado en otros actos de desobediencia civil, uno de ellos en 2010 en la oficina del senador republicano John McCain. También han infiltrado centros de detención para dar a conocer casos de personas que enfrentan la deportación sin tener antecedentes penales.

 

Vía su página de Facebook, NIYA llama a la sociedad civil a sumarse a su lucha y pedir a sus representantes en el Congreso a que firmen la carta dirigida a Obama. Hasta ahora van 21 firmas.

 

Por su parte, el congresista demócrata Raúl Grijalva de Tucson, Arizona, anunció el envío de una carta al presidente Barack Obama para que se considere dar una visa humanitaria a los nueve dreamers. “Pienso que la acción que tomaron fue arriesgada, fue un acto de desobediencia civil y respeto su decisión de hacerlo”, dijo.

 

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