WASHINGTON. La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) criticó ayer en un informe las costosas políticas del gobierno de Estados Unidos, que penalizan los asuntos migratorios y dividen a las familias.

 

"El gobierno estadunidense está convirtiendo a los inmigrantes en delincuentes al enjuiciar a muchos de ellos en vez de simplemente deportarlos", dijo la investigadora sobre Estados Unidos de Human Rights Watch y autora del informe, Grace Meng.

 

El informe documenta las consecuencias negativas de los procesos penales por ingreso y reingreso ilegal, que han aumentado 1,400% y 300%, respectivamente, durante la última década y cuyo volumen supera los procesos por todos los demás delitos federales, indicó.

 

"Más de 80 mil personas fueron condenadas por esos delitos en 2012, muchas de ellas en procesos grupales acelerados que vulneran los derechos de debido proceso", sostuvo Meng en su reporte titulado "Convirtiendo a migrantes en delincuentes: el impacto adverso de los procesos penales en la frontera estadunidense".

 

Puntualizó que muchas de estas personas son separadas de sus familias en Estados Unidos y una gran proporción termina cumpliendo meses o incluso años en prisiones federales sobrepobladas a un alto costo para el Estado.

 

Denunció por otro lado que el proyecto bipartidista de reforma migratoria que debate el Senado propone un incremento en 250 millones de dólares al presupuesto para el procesamiento penal de estos casos en Tucson, Arizona.

 

El informe se elaboró a partir del análisis de datos del gobierno estadunidense y entrevistas con más de 180 personas, incluidos migrantes y sus familias, abogados, fiscales y jueces.

 

Amenazan sindicatos

 

Dos sindicatos de empleados del Departamento de Seguridad Interior representan una amenaza a la aprobación de una reforma migratoria en Estados Unidos, debido a que ellos aplicarán las nuevas normas, apuntó The New York Times.

 

En un editorial, el diario asentó, en referencia al Departamento de Seguridad Interior, que "líderes de dos de sus sindicatos se han unido a los opositores de línea dura de la reforma en tratar de matar la iniciativa, mostrando una inflexible hostilidad a sus metas".

 

El diario precisó que estas son malas noticias, dado que "estos sindicatos serán los encargados de hacer que funcione en el mundo real la reforma migratoria".

 

Los sindicatos son el Consejo Nacional de Inmigración y Aplicación de Aduanas y el Consejo Nacional de Ciudadanía y Servicios para Inmigrantes, que congregan a unos 21 mil miembros.

 

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