Bajo el lema “Obama, no deportes a mi mamá”, decenas de familias de migrantes repatriadas desde Estados Unidos, a pesar de tener hijos nacidos en ese país, se manifestaron este jueves ante la embajada norteamericana antes de la llegada del presidente Barack Obama, para exigir la aprobación de una ley de inmigración. Dicen que es vital para mantener a las familias unidas.
Vladimir Mejía Franco, de 12 años, sostenía un cartel que decía: “Obama, detén las deportaciones”. El ciudadano norteamericano, nacido en San Luis, tenía cuatro años cuando sus padres fueron deportados a México en el 2005. Tiempo después, el padre regresó de manera legal a los Estados Unidos e hizo una nueva familia ahí.
El niño Vladimir vive ahora en México con su madre, Verónica Mejía Franco, de 32 años, quien durante su estancia en Estados Unidos trabajaba como mucama en un hotel de San Luis; ella dijo que encontrar trabajo en el estado de Michoacán es complicado.
Kennedy habló en 1962 en el Palacio Nacional, que también fue el escenario de una conferencia de prensa de ayer con Obama y Peña Nieto.
“La geografía nos ha hecho vecinos, la tradición nos ha hecho amigos”, parafraseó Peña Nieto.
Por su parte, Obama habló de los esfuerzos de su país por lograr una reforma migratoria integral “para cumplir con nuestro futuro de país migratorio. Al hacerlo, creo que es importante que todos recuerden que nuestra frontera compartida es más segura que nunca”.
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