WASHINGTON. La Heritage Foundation sostiene en un nuevo informe que el proyecto bipartidista de reforma a la ley de inmigración pendiente en el Senado costaría a los contribuyentes 6.3 billones de dólares.
El estudio del grupo conservador opuesto a una reforma seguramente será criticado. El Instituto Cato, de tendencia libertaria, aseguró que es "fatalmente defectuoso" y otros consideran que no tiene en cuenta el repunte económico que aportará el proyecto.
Heritage dijo que el costo procede de más de nueve billones en beneficios gubernamentales a los nuevos inmigrantes con estancia legalizada a lo largo de su vida, compensado parcialmente por los tres billones que pagarían en impuestos.
En el último debate legislativo sobre inmigración, en el 2007, una información de Heritage dijo que el proyecto de ley considerado entonces costaría 2.6 billones de dólares. La conclusión fue criticada pero influyó en los republicanos y el proyecto fue rechazado.
Mientras una comisión del Senado de Estados Unidos se prepara esta semana para votar sobre una reforma amplia a la legislación migratoria, sus promotores observan con cautela si la oposición, hasta ahora relativamente apagada, pudiese crecer y desarrollar el contragolpe feroz que hace seis años frustró el intento previo del Congreso para reformar el sistema de inmigración del país.
En la anterior ocasión, en 2007, había muchas llamadas airadas que abrumaban el conmutador telefónico del Senado y los legisladores sufrieron desde críticas durante asambleas vecinales hasta amenazas de electores indignados. Al final, la iniciativa de ley se derrumbó en el Senado.
"He pasado por esta batalla, y se pone fea", dijo el ex senador republicano Trent Lott, quien apoyó el proyecto de ley. "Mis teléfonos estuvieron abarrotados durante tres semanas y recibí tres amenazas de muerte, una de las cuales le pedí al FBI que la investigara. Es un tema difícil", agregó.
Los partidarios de la iniciativa de inmigración, difundida el mes pasado por un grupo de cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas, han sido hasta ahora cautelosamente optimistas sobre sus perspectivas debido a factores que incluyen el apoyo de la gente a darle la ciudadanía a los inmigrantes.
Otros factores esperanzadores son la amplia y diversa coalición que apoya el proyecto de ley y un creciente estado de ánimo entre los líderes republicanos de que deben atender el tema de la inmigración si quieren recuperar el apoyo de los votantes hispanos.
Los opositores reconocen que los partidarios comenzaron mejor organizados y movilizados que la última vez, y también anticipan que habrá más patrocinadores externos a favor de la nueva legislación, entre ellos, los esfuerzos encabezados por el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
Algunos de los objetivos del proyecto de ley son aumentar la seguridad fronteriza, arreglar los programas de inmigración legal a trabajadores y otras personas, exigir a todos los empleadores que verifiquen el estado legal de sus trabajadores y que ofrezcan la ciudadanía a los aproximadamente 11 millones de inmigrantes que ya residen ilegalmente en el país.
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