Bruselas. Un grupo de simpatizantes del movimiento de «chalecos amarillos» lanzó hoy operaciones en las provincias belgas de Lieja y Hainault que han afectado al tráfico de camiones en la frontera entre Bélgica y Francia.
Los manifestantes colocaron durante la noche barreras en varias carreteras del sur y del este de Bélgica para ralentizar el tráfico rodado, en lo que se conoce como «operación caracol».
Así, a primera hora de la mañana, un punto de protesta a la altura de Thuin permitía solo el paso de unos diez camiones cada media hora mientras que otro bloqueo en el paso fronterizo de Hensies de la E19/A7 también filtraba el tráfico de vehículos pesados, informó la Policía federal.
En ese mismo lugar, un camión se han incendiado en la cuneta de la carretera, sin que aún se conozcan las causas, señalaron los diarios DH y Le Soir.
En la zona de Lieja, en el este del país, un grupo de unos ochenta chalecos amarillos han bloqueado durante varias horas los dos sentidos de la E25 a la altura de Lixhe, lo que ha llevado a la policía a practicar tres detenciones.
Al calor de las protestas en Francia, aunque con menor intensidad, los «chalecos amarillos llevan semanas protestando en bélgica contra la pérdida de poder adquisitivo.
En respuesta, el Gobierno ha anunciado que no indexará en 2019 el precio del carburante, como tenía previsto hacer y que habría conllevado un aumento de media de 1,5 céntimos de euro por litro a partir de enero.
El sábado 15 de diciembre, en el marco de una manifestación del movimiento en Bruselas, la policía practicó 60 detenciones mientras que una semana antes en una protesta similar el número de arrestados había sido de 10 personas.
aetc