Devi Apriliyani llama la atención cuando el parque de diversiones itinerante en el que trabaja llega a la ciudad.
La joven de 20 años, vestida con un pañuelo en la cabeza conocido como hijab y sin casco, realiza un atrevido truco en el Muro de la Muerte, girando alrededor de un anillo en una motocicleta rosa a una altura de 10 metros.
«Quiero mostrar que las mujeres, aunque son consideradas generalmente débiles, son capaces de hacer cosas peligrosas», dijo la acróbata antes de un show en Takengon, una ciudad montañosa en la provincia conservadora indonesia de Aceh.
Inspirada en su hermanastro que también es acróbata, Apriliyani comenzó a hacerlo hace tres años. Ahora suelta el manillar mientras gira a toda velocidad por el Muro de la Muerte a más de 100 kilómetros por hora.
Trasladándose por el archipiélago del país con su marido, Ahmad Herdiansyah Daulay, quien también trabaja en un parque de diversiones itinerante, y su hija de 18 meses, Cheryl Aulidya, Apriliyani cuenta que le pagan 300.000 rupias indonesias (21 dólares) por día y puede realizar hasta 300 shows al mes.
Los ingresos familiares dependen en gran medida del número de visitantes al parque de diversiones, dijo.
Si bien puede ser difícil llegar a fin de mes, la joven dijo que ama su trabajo. Y el público parece amar su espectáculo.
«Esta es la primera vez que veo a una mujer atreverse a ser un conductor de acrobacias. Por lo general, la gente pensaría que sólo un hombre se animaría a hacer eso», dijo el espectador Nurul Khaesani. «Es tan valiente que estoy emocionado de verla en acción».
PAL