Tras el suicidio de Jessy Paola Morena Cruz y homicidio de su hijo May Nicolás, de 10 años, se dio a conocer que este fue el segundo caso registrado en Ibagué, Colombia, a causa de un endeudamiento con el sistema de cobros gota a gota.

 

El otro incidente se dio a finales del año pasado, cuando una mujer identificada como Lucila Pinilla Castro, de 61 años, se ahorcó en su casa ubicada en barrio Valencia, al sur de la localidad.

 

Según informes, autoridades de la Policía Metropilitana hallaron el cuerpo de Lucila suspendido en una cuerda; junto al ella se encontró un sobre que contenía una sustancia altamente venenosa utilizada para diferentes procesos agrícolas.

 

«Eran muchos los gota gota que venían a la casa de doña Lucila, si no estoy mal, eran más de 25 cobradores que a diario la azotaban por las deudas. Tapaba un hueco destapando otro y así mantenía todos los días. Una moto con dos cobradores llegaba, recibía plata y cuando se iban llevaba la otra. Eso era desesperante. Nos imaginamos que doña Lucila no tenía vida tranquila con esa forma de deber plata», declararon varios de los vecinos.

 

Pinilla Castro perdió la vida al ser trasladada de urgencia a la USI del Sur de la capital, como consecuencia de las graves lesiones que sufrió su sistema nervioso tras ingerir el veneno.

 

dpc