De todos los postulados por Donald Trump para integrar su gabinete, la que él aspira que sea su secretaria de Educación, Betsy DeVos, ha sido la que peor le ha ido en las audiencias del Senado. Su ratificación dependió ayer del voto del vicepresidente Mike Pence, quien como presidente del Senado tenía el voto que rompía los empates.
La votación en la Cámara alta terminó en un empate 50 a 50 debido a que dos senadoras republicanas acompañaron el voto de los demócratas y rechazaron a la candidata propuesta por Trump. Las senadoras republicanas Susan Collins (Maine) y Lisa Murkowski (Alaska) ya habían anunciado su voto en contra de DeVos la semana pasada, debido a que la designada mantiene una postura demasiado parcial respecto al sistema educativo estadunidense privilegiando las escuelas privadas en detrimento de las públicas.
Durante una audiencia en el Senado el 17 de enero en la que defendió su postulación, DeVos se mostró visiblemente nerviosa y reveló tener lagunas en lo que se refiere al conocimiento del sistema educativo en Estados Unidos. Sin embargo, lo que más revuelo causó fue su respuesta a la pregunta de si debería estar permitido llevar armas en las escuelas. Respondió que este asunto debería dejarse en manos de los municipios o los estados federales, pero mencionó el ejemplo de una escuela en Wyoming donde, a su juicio, podría ser útil llevar un arma para ahuyentar a osos.
Tras esa comparecencia, el líder demócrata Chuck Schumer fue contundente y expresó: "Es la menos calificada de un gobierno históricamente poco calificado".
DeVos es una empresaria multimillonaria del estado de Michigan, donde en el pasado lideró el Partido Republicano. No tiene ninguna experiencia práctica en el sector educativo y es una ferviente defensora de la educación religiosa y privada, en detrimento del sistema público y laico. También apoya la educación en casa, una alternativa que muchos conservadores cristianos prefieren a la educación laica.
Michigan es un laboratorio para la creación de las llamadas "charter schools", escuelas privadas financiadas parcialmente con fondos públicos que ofrecen a los alumnos una "opción" alternativa a los centros públicos.
Acción judicial
En un breve comunicado emitido horas antes de la audiencia de ayer, el panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de San Francisco, que estudiará el veto a inmigrantes y refugiados de Trump, aclaró que "no se esperaba para ayer una decisión, pero probablemente se producirá esta semana".
En respuesta a la petición de los estados de Washington y Minesota, el pasado viernes el juez federal James Robart decidió estudiar el contenido de la medida de Trump, pero ordenó suspender temporalmente la orden por el "daño inmediato e irreparable" que podría causar de seguir en vigor. La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito rechazó el domingo un recurso interpuesto por el Gobierno de Trump contra la decisión del juez Robart. Si la Corte de Apelaciones del Noveno Distrito vuelve a rechazar la petición del Gobierno, es muy posible que la batalla legal llegue hasta el Tribunal Supremo.
Aliados contra el Papa
The New York Times indicó en un artículo que el estratega en jefe de la Casa Blanca, Stephen Bannon, busca forjar alianzas en el Vaticano con prelados ultraconservadores, contrarios a las ideas liberales del Papa Francisco. Bannon estableció contacto con el cardenal estadunidense Raymond Burke, quien se ha enfrentado abiertamente con Francisco. Ambos creen que “el Islam amenaza con derrocar a un Occidente postrado y debilitado por la erosión de los valores cristianos tradicionales y se consideran injustamente marginados por las élites políticas”, describió el Times.
