Moscú fue escenario de un ataque con drones, en lo que el alcalde de la capital rusa, Sergei Sobyanin, calificó como un asalto "masivo" por parte de fuerzas de Ucrania.
Según reportes oficiales, las defensas aéreas rusas lograron derribar 58 vehículos aéreos no tripulados (UAV) que se dirigían hacia la ciudad, en uno de los mayores ataques de este tipo desde el inicio del conflicto entre ambos países.
El incidente, que no dejó víctimas ni daños materiales significativos, provocó la implementación de restricciones temporales en los aeropuertos de Domodedovo y Zhukovsky de la capital rusa, lo que afectó al tráfico aéreo civil.
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Las autoridades rusas aseguraron que los servicios de emergencia trabajaron en los sitios donde cayeron los restos de los drones de Ucrania, ubicados en los distritos de Ramensky y Domodedovo.
Este ataque se produce en un contexto delicado, horas después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, llegaran a Arabia Saudita para participar en discusiones clave sobre un posible alto el fuego parcial.
Ucrania planea proponer una tregua en los frentes aéreo y marítimo, considerados como los más viables para implementar y monitorear.
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Rubio calificó la propuesta como "prometedora", aunque advirtió que no necesariamente será suficiente para resolver el conflicto. Las negociaciones, que tendrán lugar en Yedá, a orillas del mar Rojo, buscan sentar las bases para un cese al fuego que ponga fin a más de tres años de invasión rusa en Ucrania.
