La reinserción de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo por Donald Trump ahonda la angustia de familias de presos políticos, cuyo camino hacia la libertad quedó truncado tras un efímero acuerdo con el Vaticano.
En enero, el gobierno de Cuba prometió excarcelar a 553 personas vinculadas a las protestas del 11 de julio de 2021, coincidiendo con la salida de la isla de la lista negra bajo Joe Biden. Sin embargo, el giro político en Washington congeló el proceso.
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"Las excarcelaciones no se han reanudado", confirmó Camila Rodríguez, de Justicia 11J. Solo 192 liberaciones (entre ellas las de los opositores Félix Navarro y José Daniel Ferrer) fueron verificadas por la plataforma #Todos.
Navarro, de 71 años, aguarda desde su libertad condicional (18 de enero) que su hija Sayli, sentenciada a ocho años, salga de prisión. Ambos fueron detenidos en julio de 2021 al exigir información sobre otros manifestantes.
"El régimen no ha explicado qué hará con los que siguen presos", denuncia Navarro, quien vivió una dilación similar en 2011, cuando Cuba liberó a 75 disidentes tras presiones internacionales. Liset Fonseca, madre de Roberto Pérez (condenado a una década por protestar), insiste: "No puedo aceptar que mi hijo esté preso siendo inocente".
Mientras, el artista Luis Manuel Otero Alcántara, ícono del 11J, cumple cinco años en la cárcel de Guanajay. "La incertidumbre y la esperanza conviven hasta su liberación", afirma Yanelys Núñez, su curadora.
