Este sábado 18 de noviembre, mexicanos disfrutaron del lanzamiento del cohete Space X desde la frontera con Estados Unidos.
Del otro lado de la frontera, la nublada mañana se iluminó mientras todo retumbaba cuando el cohete de SpaceX fue lanzado desde una base estadounidense, un espectáculo que disfrutaron cientos de personas desde territorio mexicano.
Te podría interesar: Día Dos: Sigue aquí la cobertura del Corona Capital 2023
La cita fue en playa Bagdad, en el municipio de Matamoros, Tamaulipas, a unos cuantos kilómetros de Boca Chica, Texas, donde se localiza la base de la firma de Elon Musk.
«Lo alcanzamos a ver (…). Es una experiencia bien bonita porque uno trae a sus hijos para que vean estos eventos, que muy pocas veces se pueden disfrutar», dijo emocionada Silvia Peña, quien acudió con su familia.
Los espectadores llegaron desde el amanecer en sus autos y camionetas, armados con termos de café y binoculares para disfrutar de este acontecimiento.
Hubo quienes incluso pernoctaron para garantizarse un lugar en este centro recreativo, localizado justo donde el río Bravo, la frontera natural, desemboca en el Golfo de México.
«Nos quedamos anoche a acampar (…) el lanzamiento estuvo ‘padre’ (emocionante) , muy ruidoso y espectacular», dijo Edgar Alonso.
El Starship, concebido por SpaceX y que con sus 120 metros de largo es el más grande jamás construido, se elevó en medio de una nube de humo que se desprendía de sus poderosos motores, que iluminaban el cielo.
Muchos espectadores brincaban jubilosos cuando la nave se perdió en el espacio, otros no perdían detalles con sus teléfonos celulares y no faltaron quienes se quedaron inmóviles disfrutando del momento.
«Es increíble lo que se siente, lo que se observa y lo que se escucha, es más de lo que yo pensé», comentó David Guajardo, del Instituto Internacional de Ciencias Astronáuticas, con sede en Boulder, Colorado.
Te podría interesar: Melissa Flores queda fuera de las semifinalistas de Miss Universo 2023
Sin embargo, el lanzamiento sufrió un incidente: cuando el módulo Starship, colocado en la punta del cohete, se separó, partes del propulsor Super Heavy explotaron antes de comenzar su descenso programado, provocando la pérdida de la nave.
No se reportaron incidentes en tierra y aunque del lado mexicano algunos se percataron de que cayeron trozos del propulsor, no supieron hasta más tarde del alcance del percance.
Pese a la explosión, la prueba, la segunda del Starship, fue considerada un «éxito» por SpaceX.
EAM