El grupo islamista Hamás lanzó cohetes contra Israel desde Gaza, en lo que representa la primera respuesta del grupo militante a la reanudación de la ofensiva israelí en la Franja.
Según el ejército israelí, tres proyectiles fueron disparados hacia el centro del país: uno fue interceptado y dos cayeron en zonas abiertas sin reportarse víctimas.
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Las Brigadas Al-Qassam, brazo armado de Hamás, confirmaron el ataque como una represalia por los bombardeos israelíes, que dejaron más de 500 muertos, incluyendo 200 niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Netanyahu bajo presión interna y ataques externos por ataque a Hamás y Gaza
Mientras la violencia escalaba, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrentó protestas en Jerusalén. Miles de manifestantes se congregaron frente a la Knesset (parlamento israelí) para exigir el cese de las hostilidades, acusando a Netanyahu de reiniciar la guerra para consolidar su coalición de gobierno.
Además, Israel fue atacado por los rebeldes hutíes de Yemen, quienes lanzaron un misil balístico en respuesta a la ofensiva en Gaza. El ejército israelí aseguró haber interceptado el proyectil.
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Ofensiva terrestre y humanitaria en Gaza
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron operaciones terrestres en Rafah y Beit Lahia, desmantelando lo que describieron como infraestructura "terrorista".
Estos ataques han dejado al menos 85 muertos, según autoridades palestinas, con cifras que podrían aumentar debido a personas atrapadas bajo escombros.
