Una jueza federal suspendió temporalmente el despliegue de la Guardia Nacional en Chicago, ciudad a la que este jueves llegaron cerca de 500 soldados, por considerar que no hay un riesgo de "insurrección", como sostuvo el gobierno de Donald Trump.
La medida de la jueza del distrito April Perry tendrá una vigencia aproximada de 14 días, indicó la prensa estadounidense.
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El gobierno republicano afirmó que las tropas son necesarias para proteger a los agentes federales durante las redadas migratorias en ese bastión demócrata, al que Trump suele referirse de forma exagerada como una "zona de guerra".
Pero funcionarios demócratas locales han dicho que la policía y las fuerzas del orden son perfectamente suficientes, mientras argumentan que Trump está provocando deliberadamente las protestas con el despliegue de la Guardia Nacional.

En su fallo, Perry dijo que tenía dudas sobre la confiabilidad del gobierno de Trump y expresó su preocupación de que la presencia de tropas "solo eche más leña al fuego", según informó el Chicago Tribune.
La magistrada ordenó la suspensión inmediata del despliegue de tropas, vigente hasta el 23 de octubre, y rechazó el argumento del gobierno de que no se puede cuestionar a Trump en este tipo de asuntos.
"Donald Trump no es un rey y su gobierno no está por encima de la ley", escribió el gobernador de Illinois, JB Pritzker, en la red X.