Lula da Silva
AFP.

El presidente izquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este jueves en Yakarta que aspirará a un nuevo mandato en las elecciones del año próximo, durante una gira para fortalecer lazos con el sudeste asiático.

"Voy a disputar un cuarto mandato en Brasil", afirmó Lula durante una rueda de prensa conjunta con su par indonesio, Prabowo Subianto.

"Mi mandato termina a finales de 2026, pero estoy preparado para disputar otras elecciones", añadió.

Brasil celebrará comicios en octubre de 2026, en medio de una fuerte polarización tras la condena a 27 años de prisión contra el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro por liderar un intento de golpe de Estado contra Lula en 2022.

Lula, que ya gobernó Brasil entre 2003 y 2010, cumplirá 80 años el lunes, pero dijo sentirse "con la misma energía que cuando tenía 30".

Es la primera vez que el mandatario expresa tan claramente su intención de volver a concurrir a elecciones.

Con Bolsonaro fuera de la carrera electoral, la derecha empieza a barajar nombres para su candidato, entre ellos el gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, y la ex primera dama Michelle Bolsonaro.

Lula se encuentra en el inicio de una gira por el sudeste asiático, que lo llevará también a Malasia para participar en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde podría mantener un primer encuentro con Donald Trump.

"Queremos libre comercio"

En Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo y nuevo socio de los BRICS, Lula defendió el "libre comercio", y cerró acuerdos bilaterales sobre petróleo, gas, electricidad, tecnología, minería y agricultura.

Subianto resaltó que ambas naciones están trabajando para establecer un acuerdo de libre comercio entre Indonesia y el bloque sudamericano Mercosur, formado por Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay.

La mayor economía latinoamericana ha apostado por profundizar sus relaciones con Asia, donde varios países también se han visto golpeados por la guerra arancelaria desatada por Trump desde que volvió a la Casa Blanca en enero.

El republicano impuso un arancel punitivo del 50% a muchos productos brasileños por lo que calificó como una "caza de brujas" contra su aliado Bolsonaro. En el caso de Indonesia, gravó sus importaciones con un 19% tras un acuerdo comercial.

Muestra de su interés por virar su mirada al otro lado del Pacífico, Lula ya ha viajado este año a Japón, Vietnam y China. En julio, Subianto visitó Brasil al igual que el primer ministro indio, Narendra Modi.

En una referencia velada a la guerra arancelaria de Washington, Lula recalcó en Yakarta que "Indonesia y Brasil no quieren una segunda Guerra Fría".

"Queremos libre comercio (...), queremos multilateralismo, no unilateralismo. Queremos democracia comercial, no proteccionismo", dijo.

Las relaciones entre Washington y Brasilia se han tensado además por sanciones a altos funcionarios brasileños derivadas del juicio a Bolsonaro.

Sin embargo, Lula y Trump han comenzado a resolver sus diferencias y fuentes oficiales de ambos países dijeron el miércoles a la AFP que trabajan en una posible reunión entre ambos en la cita de la ASEAN.

Crisis climática

El presidente brasileño también agradeció el apoyo de Indonesia en la organización de la conferencia climática COP30 de la ONU, que acogerá en la ciudad amazónica de Belém desde el 10 de noviembre.

"Somos dos de los países con mayores bosques tropicales y mayor biodiversidad del mundo. También somos grandes productores de biocombustibles, que tendrán un papel fundamental que desempeñar en la transición (...). Indonesia y Brasil trabajarán juntos", dijo Lula.

Brasil es uno de los principales socios de Indonesia en Sudamérica. El comercio total entre ambos países entre enero y agosto ascendió a 4.300 millones de dólares, según datos oficiales.

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