El ciclón Michael, que dejó en Estados Unidos un saldo provisional de seis muertos tras tocar tierra este miércoles como huracán de categoría 4, se degradó hoy a tormenta postropical después de salir a aguas del Atlántico en la costa sureste del país.
En su último boletín, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó que retiraba todas las alertas y avisos emitidos con motivo de Michael, que tocó tierra como el tercer huracán más potente en alcanzar el Estados Unidos continental, con una presión atmosférica de 919 milibares en el momento de alcanzar la costa.
El ciclón se encontraba esta madrugada a 185 millas (300 kilómetros) de Norfolk, en el estado de Virginia, y se dirigía a gran velocidad hacia aguas abiertas del Atlántico con vientos todavía de 65 millas por hora (100 km/h).
Atrás deja al menos seis víctimas mortales, cuatro en Florida, una en Carolina del Norte y una en Georgia, una niña de 11 años a la que una estructura metálica golpeó en su cabeza tras atravesar el tejado de su vivienda.
Miles de efectivos de policía, cuerpos de emergencia y soldados de la Guardia Nacional de Florida continúan con las tareas de búsqueda de posibles víctimas, tarea que se complica por tener que revisar en algunos casos bajo los escombros de las viviendas, muchas de ellas arrancadas de cuajo por los vientos y la entrada del mar.
Los efectos de Michael se dejan notar en los más de 1,5 millones de familias y negocios que se encuentran hoy sin electricidad en cinco estados de la costa sureste de EU, según la web especializada Poweroutage.us.
El gobernador de Florida, Rick Scott, realizará hoy un nuevo recorrido aéreo y terrestre sobre las zonas más dañadas de la costa noroeste del estado.
Esta zona fue la más perjudicada por el embate de Michael el miércoles con vientos máximos sostenidos de 155 millas por hora (250 km/h) y rachas que el presidente Donald Trump indicó que habían alcanzado «casi 200 millas por hora» (320 km/h).
Junto a estos vientos, la zona sufrió lluvias intensas y una marejada ciclónica que elevó el nivel del mar en hasta 14 pies (4.2 metros) en algunas zonas, lo que dejó un paisaje de desolación en ciudades como Mexico Beach, la más afectada y por donde entró el ojo del huracán.
Esto llevó a Trump este jueves a declarar la zona como área desastre mayor con el fin de agilizar recursos y asistencia para los afectados.
TFA