ROMA – La ONG española Open Arms, que opera el barco de rescate del mismo nombre y que transporta a 134 migrantes frente a las costas de Italia, dijo el sábado que no podía garantizar su seguridad tras dos semanas esperando atracar en puerto.
Los migrantes recogidos frente a las costas de Libia, la mayoría de los cuales son africanos, esperan para desembarcar en la isla meridional italiana de Lampedusa.
El ministro del Interior italiano de extrema derecha, Matteo Salvini, ha ordenado a sus representantes que no les permitan hacerlo, pero el sábado hizo una concesión, y dijo que permitiría que cualquier niño abandonara el barco.
Salvini explicó que sólo había accedido por insistencia del primer ministro, Giuseppe Conte.
La ONG Open Arms, que tiene su sede en Barcelona, dijo que iba a permitir que 27 menores bajaran del barco.
También dijo que los 16 días de espera habían afectado a los migrantes, con frecuentes peleas entre ellos y el deterioro de las condiciones a bordo.
«Después de seis evacuaciones médicas y de haber informado a las autoridades sobre nuestra situación sin recibir respuesta, nos encontramos en una situación de necesidad y no podemos garantizar la seguridad de las 134 personas a bordo», dijo Open Arms.
«Es terrible, las cosas que están sucediendo no son sólo físicas sino psicológicas. Las condiciones en las que se encontraban en Libia y ahora en el barco, es simplemente terrible, con 130 personas y dos baños», dijo el director y fundador de Open Arms, Oscar Camps, a Reuters el viernes.
Francia, Alemania, Rumania, Portugal, España y Luxemburgo han dicho que ayudarán a reubicar a los inmigrantes, pero la reacción de Salvini ha sido escéptica.
Salvini emitió una declaración el sábado en la que reiteró que Open Arms podría haber llevado a los inmigrantes a España y que era el culpable de su difícil situación. Pero añadió que ahora estaba dispuesto a permitir que los «presuntos menores» salieran del barco.
mvb